domingo, 18 de diciembre de 2022

Memoria pública franquista y desmemoria democrática: El caso de Carlos Haya


Eduardo del Rosal
La memoria pública, como señala acertadamente la historiadora Carme Molinero, no es espontánea, sino que es el resultado de una selección de hechos para el recuerdo, sabiendo qué recordar y para qué. Desde su inicios el régimen de Franco hizo un gran esfuerzo en este sentido, demonizando primero y luego haciendo desaparecer la memoria democrática andaluza y española, para culminar su obra fabricando con la constante y asfixiante exaltación pública de una pléyade de prohombres e instituciones políticas, militares y religiosas, que adornados de valores supremos que llegaban al éxtasis de la heroicidad o el martirio, y de cuyos elementos más significativos era su máximo exponente el propio dictador. Todo ello con el fin de consolidar una memoria colectiva según sus postulados que como podemos observar aún hoy perdura.
Durante la transición las necesidades de consolidar la democracia, los continuos ruidos de sables y el enorme peso político, económico y militar de las fuerzas herederas del sentido común del régimen franquista, así como la apatía o minusvaloración de la importancia de “la memoria” de buena parte de las fuerzas democráticas condicionó la posibilidad de desarrollo de una política que reivindicara los valores democráticos de nuestra historia. No viéndose con ello contrarrestada institucionalmente la memoria conservadora y reaccionaria recreada por el franquismo.
La convivencia no puede significar practicar un relativismo ético. No se puede argumentar que el conocimiento público de las atrocidades de las políticas de exterminio y represión sean un reabrir heridas. Resulta peligroso que desde diferentes sectores se banalice lo que fue la criminal y prolongada tiranía de Franco, pues la expresión máxima del fascismo es la guerra y el exterminio del contrario, la conculcación sistemática de los derechos humanos y de las libertades democráticas.

Sin embargo, es en esa lógica relativista y banalizadora de los Crímenes de Guerra y Contra la Humanidad en España, donde se inserta que el PP y otras fuerzas sociales y mediáticas conservadoras e intenten volver, una y otra vez, a recuperar la vieja visión franquista de la República, del golpe militar y de la guerra civil, según la cual el régimen legal democrático desembocó en una suerte de “dictadura totalitaria” de forma natural e irremediable y para que volviera el “orden”, después del caos rojo, fue necesaria la denominada "Cruzada".
Es por eso que resulta lógico que se escandalicen las derechas y su bunker mediático, cuando se pretenda la retirada de los reconocimientos y honores a personalidades que expresaban, de una u otra manera, la memoria política, militar y cultural de la dictadura de Franco, de los restauradores del “orden”, que según ellos posibilitaron la llegada de la actual “democracia”.
Es precisamente en esta lógica donde se sitúa la perenne polémica por la retirada del nombre del militar bilbaíno, Carlos Haya González, a un hospital malagueño o a la avenida que lleva su nombre. No cuestionando, por tanto, la idoneidad de titular a una calle o centro para la vida, la salud y el bienestar de las personas, con los nombres de los “héroes” de la Cruzada, cuya buena parte de su vida la consagraron a ocasionar la muerte, el dolor y la desgracia humana, además de cercenar la democracia en nuestro país, llenando con sus “proezas” hospitales, orfanatos y cementerios.
Si echamos un vistazo a las numerosas hagiografías publicadas, pues son las únicas existentes, incluso en las más recientes, sobre la personalidad de Carlos Haya, veremos que en realidad unas están copiadas en su totalidad o en parte de las publicadas en su conmemoración por el régimen y donde se resaltan sus “proezas” aéreas, mientras se pasa de puntillas por las acciones de guerra en las que participaban, tanto este aviador como otros, y sus consecuencias dramáticas para los pueblos. En ningún lado nadie encontrará una evaluación de los daños causados en las poblaciones de las ciudades que bombardeaba sistemáticamente, tanto en la guerra de Marruecos como en los más de 300 actos de guerra en que intervino, durante los meses que pudo combatir antes de morir en uno de ellos. 

En este grupo de escritos podemos adscribir el denominado "Estudio sobre la figura de Carlos Haya González" de Israel D. Medina Ruiz, que desde el ayuntamiento de Málaga se le encargó, pues ni el Departamento de Historia Moderna y Contemporánea de la UMA, ni por supuesto los especialistas en ese periodo de dicho departamento del área de Historia Contemporánea, tenían conocimiento del supuesto y tan sesgado "informe", resumen entresacado de escritos centrados en su aspecto aeronáutico y nada en los aspectos militares y sus consecuencias sociales, más allá de la intervención de Haya en el Santuario de la Cabeza, sin investigación de fuentes primarias, ni bibliográficas de la guerra en sí.
Cualquier historiador que investiga los crímenes de la dictadura y quiera acceder a cierta documentación, verá las innumerables dificultades para acceder a ella en los archivos militares o de las diferentes administraciones públicas que la custodian, si no ha sido ya destruida, la documentación al respecto, no es de extrañar que “desaparezca” el expediente realizado para dar nombre la la susodicha avenida.
Aun así no hay que ser un lince para que si entresacamos de estas hagiografías datos y los sometiéramos a la crítica, veríamos que Carlos Haya desde que se incorpora a la Escuadrilla de “Bristol” de Melilla en enero de 1926, pues con anterioridad se dedica a labores de Intendencia en convoyes y en avituallamiento de las columnas de operaciones en el frente de Melilla desde 1922, realiza constantes vuelos de bombardeos, ametrallamiento y reconocimiento en los sectores de Dar-Misian, Anual, Yebel-Udía, Afran, Tisis-Assa, Meseta de Tesle, Peón de Vélez, etc.(1)
Trasladada la Escuadrilla al aeródromo de Auárnara, en Larache, en enero de 1927, participa en las operaciones del frente occidental, bombardeando Tazarut, los poblados de Royarsa y numerosos objetivos de la kabila de Beni Arós y en Zoco el Had de Beni Berkul apoya con sus ametralladoras el avance de la columna Capaz. Podríamos evaluar, sin hacer ningún ejercicio de exageración, en centenares las víctimas de sus proezas aeronáuticas en la guerra de Marruecos, seguramente nunca suficientemente ponderadas desde una perspectiva “patriótica” o estrictamente militar.

Es verdad que en el periodo que está ausente del ejercicio de la guerra se dedica a actividades ligadas a la aviación, muy reconocidas en aquella época, y que se calificaban como deportivas, consiguiendo récords mundiales de velocidad en diferentes trayectorias y cargas, o consigue mejoras técnicas para los vuelos nocturnos o de poca visibilidad. Hechos que simultanea con sus labores de profesor de las Escuelas de Cuatro Vientos y Alcalá de Henares, e incluso en 1935 es nombrado Secretario Técnico de la Dirección general de Aeronáutica, cargo que desempeña hasta que es destinado en los primeros meses de 1936 como Jefe de la 2ª Escuadrilla de “Breguet”, del Grupo 22, en el Aeródromo de Tablada.
El golpe militar del 18 de julio de 1936 le sorprende en Málaga, ciudad de su esposa Josefina, hija del eminente ginecólogo Dr. Gálvez Ginachero, que a su vez este tenía otra hija casada con otro héroe de la aviación franquista y cuyo nombre también “adorna” la avenida hacia el Aeropuerto de Málaga, Joaquín García Morato, y que también murió trágicamente en una exhibición aérea recién acabada la guerra, el 4 de abril de 1939. Por su parte Haya abandona a su familia e hijos en Málaga y embarca en el “Navemar” para incorporarse a su Escuadra en Tablada, a las órdenes de Queipo de Llano, hecho que realiza con dificultades hasta conseguir llegar el día 22 de julio a su destino, para ser partícipe de la “Santa Cruzada”. Esa misma noche inicia sus acciones militares(2) en un vuelo a Tetuán y a la vuelta bombardea a buques de la armada republicana.
En estas primeras acciones militares, ya el día 25 de julio, con el "DC-2" capturado en Tablada se vincula intensamente al Puente Aéreo del Estrecho, de traslado de tropas de África a la Península, tarea que simultanea con bombardeos nocturnos a gran distancia y con el ejercicio de la jefatura de operaciones de la Aviación del Sur(3). En el aeródromo de Sevilla organiza la Oficina de Información y Operaciones y junto al coronel Federici (Ruggero Bonomi, Comandante de Aviación del Tercio) colabora en la ejecución del paso del estrecho de Gibraltar por el primer convoy marítimo de las fuerzas rebeldes, bombardeando y siguiendo al destructor republicano “Alcalá Galiano” con base en Málaga y que patrullaba la zona el 5 de agosto.

Previamente el 2 de agosto saliendo de Sevilla había realizado un bombardeo nocturno sobre Barajas; después vendrían los bombardeos de Badajoz (9 de agosto), apoya el avance de las columnas que desde Sevilla se dirigen hacia el norte; el 20 de agosto bombardea la Columna de Miaja que se dirigía a Córdoba, todo ellos además lo compagina con labores de piloto personal del general Franco, que por ejemplo lo traslada de Sevilla a Burgos para entrevistarse con Mola(4), así como también ofrece traslados a Queipo de Llano y Aranda y de notables marroquíes e italianos.
Con más de 300 servicios de guerra en los 14 meses que pudo combatir, están datadas oficialmente 760 horas de vuelo, son muchas las ocasiones en que pudo actuar directamente sobre Málaga, y más al ser jefe de las operaciones del Sur, sin embargo son escasos los datos concretos sobre ellos. Indudablemente tuvo que participar en la dirección y organización de las operaciones de bombardeo y terror que sufrió la capital malagueña y otras localidades de la provincia. Como referencia directa de ello solo está el relato recordatorio que hará Tomás de Martín-Barbadillo, Vizconde de Casa González, en memoria de su amigo que dice: “Luego, los bombardeos de Málaga-donde los suyos podían ser víctimas de ruines represalias de la chusma- y los ataques a la flota roja en el Estrecho”(5) y el escrito de Juan Pedro Cortés Camacho que afirma que entre las operaciones de transporte también participó en el bombardeo del puerto de Málaga, fechándolos el 28 de agosto y el 4 de agosto y en su Expediente personal fue el 26 de septiembre en un vuelo en un Miles “Falcon” de Sevilla a Málaga(6).

Pero el hecho más destacado que suele resaltarse de la frenética actividad militar de Haya sea su participación en el abastecimiento al Santuario de Nuestra Señora de la Cabeza, asediado por las fuerzas leales republicanas hasta el 1 de mayo de 1937, en que es finalmente conquistado por estas. El 9 de octubre de 1936 se produjo el primer aprovisionamiento del Santuario por aire, a través de un bimotor DC-2 pilotado por el capitán Haya, aprovisionamientos que siguieron durante todo el asedio con otros aparatos (los Junkers-52 de la Legión Cóndor que iban a Tablada para su revisión y los italianos Saboia–81), y sin los cuales, los sitiados no podrían haber resistido tanto tiempo. De las 170 misiones aéreas al Santuario, al menos 70 serían realizadas por él, en sus horas libres después de realizar los servicios oficiales por todos los frentes de operaciones: Madrid, Toledo, Asturias, Aragón y regreso a Sevilla. Durante su labor de aprovisionamiento en al menos la mitad de ellas también se realizaban bombardeos y ametrallamientos sobre las líneas enemigas, Andújar y otras localidades. Así mismo señalar que además del abastecimiento de elementos de primera necesidad, también se les dotaba de armamentos y municiones para poder resistir(7).

En marzo de 1937 organiza y asume el mando de la 1ª Escuadrilla Nocturna de "Junkers-52", con la que de nuevo durante aquella primavera y verano realiza numerosas acciones de guerra en los frentes del Sur y otros sectores, como el apoyar el avance de Queipo en el Valle de los Pedroches en Córdoba, anteriormente en el frente del Cantabrico. En mayo organiza con motivo de la llegada de un grupo de pilotos instruidos en la Alemania nazi formando el Grupo I-G-22 que desde mediados de junio intervine en el frente de Extremadura con base en Tablada, para posteriormente marchar a Casavieja para intervenir en la batalla de Brunete, pero especialmente actuó en las batallas de Santander y Belchite del 24 de agosto al 6 de septiembre de 1937. Indudablemente independientemente de la intervención que tuviera tanto en la planificación, organización o intervención directa en la ocupación a sangre y fuego de Málaga, el hecho más relevante en el que interviene es el que comandó, por ejemplo, el bombardeo sobre Jaén, el considerado “Guernica” andaluz, el 1 de abril de 1937, ataque que dejó 159 muertos y centenares de heridos.
Disgustado por no conseguir el mando de una Escuadra equipada con los aviones alemanes "Junkers-52", abandonó la Escuadra nº1, y pasó agregado al XXIII Grupo de caza "As de Bastos", en una división legionaria italiana, con aviones FIAT CR-32 “Chirri”, con el que halló la muerte el 21 de febrero de 1938 en combate aéreo en el frente de Teruel al chocar con un avión republicano.
Fue condecorado a título póstumo con la Cruz Laureada de San Fernando y la Medalla Militar Individual y se le concedió un ascenso a Comandante por méritos de guerra. Además fue condecorado con la Medalla de Oro Italiana (Laureada Italiana). El régimen de Franco bautizó en 1950 el Aeropuerto de Bilbao con el nombre de Haya, en el que el día de la inauguración, descubrieron un busto del piloto en las instalaciones, escultura desde 2005 se exhibe en el Museo de Aeronáutica de Málaga, único centro de estas características de patrimonio civil del Estado. Y que Aena aseguró a la prensa que el centro andaluz lo requirió a Bilbao, interesado "por su vertiente civil, porque Haya también fue inventor"(8).

Mientras tanto, en Málaga el 30 de abril de 1956 se inauguraba como "Residencia Carlos Haya del Seguro Obligatorio de Enfermedad", por el Instituto Nacional de Previsión, el conocido centro hospitalario malagueño y las “fuerzas vivas” de esta ciudad consiguieron mantener el nombre del mismo hasta época muy reciente, al igual que a la avenida que da acceso a este que aún hoy pervive, dando fe de la voluntad de los herederos espirituales del anterior régimen. Nadie puede ni quiere que su nombre y su vida no sea recordado en el ámbito familiar o en el de los que se sienten participes del sueño de la “Victoria” en la Cruzada, ni siquiera en los admiradores de la aviación, ello es algo íntimo y humano, pero no lo es que se intente imponer su significación histórica al resto de la ciudadanía democrática ni a los familiares de las víctimas de la más crueles y arbitrarias de las dictaduras fascistas que regaron nuestro país de sangre y fosas en los caminos.
Del terror que los bombardeos ocasionaban en el pueblo malagueño, y en todas las ciudades que sistemáticamente fueron masacradas como Madrid, Barcelona, Guernika,…, la nueva forma de guerra ensayada en nuestra España convirtiendo a las poblaciones civiles como objetivo militar e instrumento necesario para “vencer”, y que hoy constituyen parte esencial del abc de la guerra misma, se pueden ver los estudios realizados por las profesoras de la UMA, E. Barranquero y L. Prieto(9), que cuantifican y detallan el horror vivido por los barrios de Huelin, y el Perchel, entre otros, como se vaciaban por las noches las casas y las gentes se refugiaban en las afueras de la ciudad en el campo, queriendo sortear la muerte(10).

El 26 de diciembre de 2007 apareció publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la Ley 52/2007 por la que se reconocían y ampliaban derechos y se establecían medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, conocida popularmente bajo la denominación de Ley de Memoria Histórica. Entre los numerosos artículos que comprende la norma, el número quince hace una referencia explícita a los símbolos y monumentos públicos heredados de la dictadura franquista(11). Han pasado cerca de 15 años y la contumacia y resistencia del Alcalde, y el PP en general, a cumplir con la legislación vigente, así como el escaso interés anteriormente demostrado por la propia de la Junta de Andalucía, y del propio PSOE, en un primer momento, porque se cumpliera realmente con lo aprobado en las Cortes, son un ejemplo de la trivialización general de la memoria colectiva y de la propia dignidad democrática, y no deja de ser un elemento más que evidencia el agotamiento ético y moral del régimen bipartidista nacido al calor de la transición a la muerte del dictador.
Tampoco ha sido posible, por igual motivo, que cumpla con el acuerdo plenario del Ayuntamiento de Málaga del 2018, en el que se acordó sustituir la avenida Carlos Haya por el de Camino de Antequera, que era su denominación original.
La reciente Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática (BOE de 20 de octubre), en su artículo 35, considera como “elementos contrarios a la memoria democrática” de las "edificaciones, construcciones, escudos, insignias, placas y cualesquiera otros elementos u objetos adosados a edificios públicos o situados en la vía pública en los que se realicen menciones conmemorativas en exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar y de la Dictadura, de sus dirigentes, participantes en el sistema represivo o de las organizaciones que sustentaron la dictadura, y las unidades civiles o militares de colaboración entre el régimen franquista y las potencias del eje durante la Segunda Guerra Mundial".
Esperemos que con esta nueva normativa se pueda, de una vez por todas, sortear las resistencias político-judiciales del bloque reaccionario de nuestro país, y se empiece a hacer cumplir las leyes democráticas y, lo que es más importante, que empiece a atisbarse un principio de Verdad, Reparación y Justicia, tan necesarios para la memoria colectiva del pueblo andaluz y español.
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(1)“Semblanzas. Carlos Haya González”, Revista de Aeronáutica y Astronáutica, nº365-Abril 1971, p.277.
(2)En la Revista de Aeronáutica y Astronáutica, nº365-Abril 1971, pag.278, lo sitúa en un DC-2 en esta primera acción de guerra, sin detallar su carácter. Por el contrario Angelo Emiliani, en “Carlos de Haya. Un piloto respetado y admirado por amigos y adversarios”, en Storia Militare nº 156 de mayo del 2006 y traducida por la Revista Española de Historia Militar, nº 76, pág. 132, la primera acción de guerra lo sitúa, creemos erróneamente, lanzando bombas en Madrid y Getafe y días siguientes en el Aeródromo de Málaga y Andújar, pues en Madrid y en Málaga los primeros bombardeos franquistas se realizan el 27 y el 22 de agosto respectivamente.
(3)ABC, Sevilla 24 febrero de 1938, pág. 13. (http://hemeroteca.abcdesevilla.es) Tomás de Martín-Barbadillo, Vizconde de Casa González, escribe una nota tras su muerte en la que afirma que simultaneaba el transporte de tropas diurnas con el bombardeo nocturno de los aeródromos de Madrid.
(4)“Semblanzas. Carlos Haya González”, Revista de Aeronáutica y Astronáutica, nº365-Abril 1971, p.278.
(5) ABC, Sevilla 24 febrero de 1938, pág. 13, aquí el autor además hacer referencia a su esposa que quedó en Málaga a su huida y que había sido hecha prisionera hasta la caída de Málaga en que el gobernador republicano se la llevará en su coche con él a Valencia por la carretera de la Costa de Almería y entregándola a Galarza, permaneciendo prisionera hasta su canje por el periodista húngaro Arthur Koestler, que fue llevado por el propio Carlos de Haya en avioneta desde Sevilla hasta Algeciras el 12 de mayo de 1937, mientras su mujer desembarcaba en Gibraltar desde Valencia, hecho que relata el autor húngaro en “Diálogo con la muerte”.
(6)CORTÉS CAMACHO, J.P.,“La epopeya del silencio”, capitulo XIV, p. 344, ed. Breogan. Jaén, 2010. El vuelo de su Expediente personal en EMILIANI, A. “Carlos de Haya. Un piloto respetado y admirado por amigos y adversarios”,…Op., cit. p.137.

(7) “Semblanzas. Carlos Haya González”, Revista de Aeronáutica..., Op. Cit. p. 278. Del armamento suministrado constan oficialmente: Servicios al Santuario 9-10-36 hasta 1-5-37 en su inmensa mayoría consistían en aprovisionamiento (alimentos y municiones 2 morteros del 81, 4 ametralladoras, 8 fusiles ametralladora, 10 mosquetones, 2 pistolas de señales, varias decenas de granadas de 81, 400 granadas para fusil, 1200 granadas legionarias, 76.000 cartuchos, unos 250 cartuchos para casa combatiente, 3000 cartuchos de rifle, 4000 de pistola del 9 largo.
(8) Deia, 17 de marzo 2011, donde este periódico se hace eco de ya se le quitó el nombre de Carlos Haya al Aeropuerto de su ciudad natal y de que Izquierda Unida en Málaga había pedido hacía unos años que se cambiara el nombre del Hospital que en esta ciudad le contaba también con el nombre de Haya por el de Blas Infante.
(9) BARRANQUERO TEXEIRA, E. y PRIETO BORREGO, L., “Población y Guerra civil en Málaga: Caída, éxodo y refugio”, Servicio de Publicaciones de la Diputación provincial de Málaga, Málaga, 2007, pp.99-128.
(10)Ver “El Popular” de 11 de septiembre de 1936, en donde obreros del Ateneo Cultural Libertario del Barrio de La Libertad (Huelin) se quejan del abandono de la barriada por las noches, “barriada obrera y tan castigada por los bombardeos, pues se encuentra en el triángulo "Rompedizo", CAMPSA y la Escuadra, y por las noches queda el barrio solo y las casas abandonadas” aunque ellos montaron una guardia de vigilancia, “restándolo del descanso ya que son trabajadores”, solicitaban de las autoridades que se encargaran de la vigilancia. El norteamericano Edward Norton, simpatizante de los franquistas y presidente de la Casa Bevan SA, una de las principales industrias exportadoras de almendras y pasas, en sus memorias no deja de retratar el dramatismo de la situación que se vivía en la capital malagueña: “una procesión de gente aterrorizada corría en busca de refugio en los arroyos. Llevaban mantas, cacharros, sartenes y cualquier cosa que hubieran podido coger en su precipitada huida. Casi todas las mujeres que pasaban llorando llevaban un bebé en brazos,…” en NORTON, E. “Muerte en Málaga”. Servicio de Publicaciones de la UMA,…, Málaga, 2004.
(11) “Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura…”

sábado, 26 de marzo de 2016

La resistencia comunista de posguerra en Málaga. Reorganización y lucha clandestina del PCE (1939-1949)



Eduardo Joaquín del Rosal Fernández

Consecuencias de la derrota.
En la mañana del día 8 de febrero de 1937 entraban en la capital malagueña las avanzadillas de las tropas “moras” y falangistas que mandaba el coronel Borbón[1]. Habían terminado los siete meses de acoso continuo, los bombardeos indiscriminados, las penurias del vivir cotidiano de una ciudad cercada y que desde un principio acogía a una enorme marea humana de refugiados[2].
Apenas unas horas antes de la caída de Málaga la gran mayoría de la población, sintiéndose amenazada, decidía huir por el único camino posible, la Carretera de Almería. Allí padecieron el terrible calvario del acoso de la aviación y la flota fascista, mientras eran perseguidos por las fuerzas motorizadas italianas, dejando un sendero de cadáveres a lo largo aquel tortuoso camino.
Después llegaría la represión fría y brutal, que llevaría a miles de republicanos, socialistas, libertarios y comunistas a las cárceles y a ser ejecutados en las cunetas de las carreteras y en las tapias de los cementerios de toda la provincia. En la capital se calculan que más de 3500 hombres y mujeres fueron asesinadas en las tapias del cementerio San Rafael, el tristemente célebre “Batatá” y en más de 7000 sin contabilizamos los ejecutados en los diferentes pueblos y que integran las numerosas fosas que pululan las localidades malagueñas. Nunca hubo, desde esos instantes, un solo minuto de libertad en Málaga, la cárcel, la tortura y la muerte fueron la “ley”, mientras duró el gobierno de terror del dictador y sus aliados[3].
Pepe Gallardo Moreno, concejal comunista, Secretario general UGT local y Comisario Batallón "Méjico", fusilado
La mayoría de los dirigentes del PCE y muchos de los militantes malagueños fueron ejecutados al finalizar la guerra,[4] Otros fueron a parar a campos de concentración, batallones de trabajo y a las cárceles, como José Sánchez Santos y los dirigentes de las JSU Esteban Guerra, Eduardo Muñoz Zafra o Antonio Rubiales. El resto intentó sobrevivir en un medio hostil, donde la organización nunca dejó de existir totalmente. La audacia, valentía y espíritu de lucha sólo pueden explicar que el PCE se reorganizara. Allí donde había un comunista existía el Partido.
Otros sufrieron un largo exilio como Luis Abollado en la URSS, Lina Molina y Luis González en Francia, este último asesinado bajo la ocupación nazi, Tomás García en Santo Domingo y Francia, Adolfo Sánchez Vázquez en Méjico, o Manuel Morales Reyes en el norte de África.
Los que al final se encontraron en el puerto de Alicante y no pudieron salir del país, como Esteban Guerra,  lo recuerdan:
“Cuando acaba la guerra la última resistencia fue en el muelle de Alicante, allí al primero que vi fue a Rodrigo Lara,..., allí estaba Baldrich de La Línea. Bueno pues allí con sacos de lentejas hicimos trincheras, traimos los cañones y los pusimos allí, nosotros no entregábamos nada. Y decíamos: si vienen los italianos por nosotros se van a quedar aquí. Todas eran fuerzas aguerridas y comunistas además. Los italianos se olieron el tomate y pensaban que si entraban allí se iban a quedar todos. El jefe de nuestra División era José Recalde, que era del partido, estaba con su uniforme con sus estrellas de teniente coronel y decía: ¡Que vengan!   En el puerto de Alicante no teníamos más salida que esa, dejarnos matar era una tontería y se discutió con un jefe que vino a parlamentar. Estuve en Albatera hasta que se terminó el campo, habíamos 30.000,..., eso sería en abril hasta octubre del 39, unos siete meses.”[5]
En el campo de concentración de Albatera, que reunía a cerca de 12000 presos en condiciones infrahumanas, se concentraba un gran número de dirigentes comunistas, que no habían podido salir de España, que inmediatamente constituyeron un Comité de Campo, entre los que estaban el director de Mundo Obrero Manuel Navarro Ballesteros, Ramón Ormazabal, Jesús Larrañaga, Montiel, José Cazorla y los malagueños Enrique Sánchez [6] y Rodrigo Lara Vallejo.
Semanas después de la entrada de las tropas franquistas en Madrid ya se inician los pasos para constituir la primera delegación del Comité Central del PCE en la clandestinidad, compuesta por el malagueño Enrique Sánchez que había logrado salir del campo de concentración y José Cazorla Maure de la Ejecutiva de las JSU, además del doctor José Izquierdo, Amable Donoso, Ramón Torrecilla, Antonio Buero Vallejo, y Matilde Landa como responsable del Comité Provincial de Madrid.[7] Tras la detención de esta última, en abril, los restantes miembros del Comité tuvieron que abandonar las actividades clandestinas y a finales del año serían detenidos. Durante la detención Enrique Sánchez ...era torturado a todas horas para arrancarle confesiones comprometedoras para camaradas y organizaciones no conocidas por Donoso. Esto duró semanas. Pero Enrique Sánchez no abrió la boca. Según él, cuando un comunista no tiene fuerzas para soportar la tortura, debe quitarse la vida. Todo antes de facilitar al enemigo una información perjudicial para el Partido u otros camaradas”[8]. Posteriormente fueron Cazorla y Enrique Sánchez recluidos en la cárcel de Conde de Toreno, siendo fusilados el 2 de julio de 1940. 
También en Albatera estaban otros cuadros de Málaga que se cambiaron sus nombres, por los de otros que habían caído, y organizaban huidas para salvar sus vidas y poder seguir la lucha. Entre ellos estaban Joaquín Luna Nieto y Antonio Garrido, que consiguieron escapar. Puesto que llevaban encima un petate con ropa nueva estuvieron observando los pasos de las comisiones depuradoras que visitaban el campo diariamente y un día se camuflaron entre ellos. Joaquín sería uno de los primeros reorganizadores del PCE. Otros corrieron peor suerte como Rodrigo Lara Vallejo, el Secretario provincial de Málaga, que cuando estaba en la Plaza de Toros de Alicante, convertida en campo de clasificación, tomó el nombre de un miliciano caído en el Chorro, Pérez Amat, y junto a otros militantes malagueños constituyeron grupos pequeños para no llamar la atención y dificultar su reconocimiento. Luego Rodrigo Lara fue trasladado a Albatera, de allí intentó escapar pero fue detenido y posteriormente sería ejecutado.[9]  

El inicio. Primera reorganización de los comunistas malagueños.
Los primeros contactos son aislados y los llevan a cabo jóvenes comunistas que había tenido responsabilidades en las JSU y se realizan entre 1939 y 1940,  con el objetivo de recaudar fondos para los presos. Y constituyen la primera dirección efectiva a finales de 1940, con José Luna Nieto como Secretario Político, José Cerezo, Enrique Doménech, Enrique Tirado, Antonio González, Muñoz, Antonio López y Salido. Esta reorganización la llevarían a cabo los dos primeros utilizando como cobertura para los contactos  una agencia de publicidad que fundaron, PROFUCIO, que les servía de sustento y como medio para avalar y recomendar a otros militantes para la obtención de trabajo o para no ser detenidos. Consiguieron establecer células en los barrios de El Palo, Puerto de la Torre, Centro, Capuchinos, Malagueta, Victoria, Ciudad Jardín, etc.
   Si la ayuda a los presos y sus familiares, con alimentos, medicinas o dinero era una de principales tareas de aquellos momentos de clandestinidad. Hubo un caso de especial relevancia que tuvo por protagonista a Joaquín Luna, que se vio comprometido con la madre de los Gallardo, doña Elvira, que había sido para los jóvenes comunistas “La Madre”, y que cuando su hijo José, que había sido concejal comunista y Secretario General de la UGT en Málaga, había sabido del encarcelamiento de su compañera, aunque ella no se había significado políticamente, este se presentó en la Cárcel de Mujeres de Málaga para verla y entregarse. Cuando lo iban a fusilar, el 1 de julio de 1941, doña Elvira abordó a Joaquín rogándole que hiciera todo lo posible por rescatar el cuerpo de su hijo de la fosa común. Como quiera que uno de los integrantes del Tribunal de la Masonería y el Comunismo, era conocido de Joaquín Luna, por haber pertenecido ambos al Patronato de Exploradores de Málaga durante la República, este acepto el peligroso asunto. Luna cuenta este episodio:
   “... Hube de requerir a D. Carlos Álvarez Ulmo no antes de muchas valoraciones, pros y contras, solo de ti para mí por encima de riesgos, redactó el oficio (...) La madrugada siguiente Pepe Alcaraz, Elvira, Concha y su hermano, yo y el sepulturero[10] fuimos testigos de la extracción del cadáver y previamente adecentado de las heridas y envuelto en sábanas llevadas por su madre fue enterrado en una fosa particular (...) Como llovió torrencialmente hubimos de penetrar en la fosa llena de agua, buscar entre los cadáveres hasta dar con el de Pepe Gallardo, limpiado con aquellas aguas generosas del cielo que sirvieron de abluciones a cuerpo de persona tan querida de las clases trabajadoras de la ciudad...”[11]
Mientras tanto, la empresa PROFUCIO evolucionaba tan positivamente que llegaron a montar una película sobre los productos de la tierra, y que iba a ser titulada “Málaga, perla del sur mediterráneo” y donde participaron los Coros y Danzas de la Sección Femenina. Algo así en aquellos tiempos no podía llegar muy lejos y, a finales de 1941, dos avalados por la empresa, un tal Jiménez y otro conocido por “Madriles”, fueron detenidos, lo que conllevó a que Enrique Doménech y Joaquín Luna fueran detenidos y llevados al cuartel de la Guardia Civil de Nateras. Allí conoció que en Madrid un tal Neira había hablado de él en un interrogatorio, y  estuvo incluido en el llamado “Proceso del Niño de Sevilla” del que salió en libertad de la acusación de adhesión a la rebelión en enero de 1943.[12]
En manifiestos del Comité Central de agosto de 1941 y septiembre de 1942 el PCE había realizado una llamada a crear la "Unión Nacional", con el objetivo de impedir la entrada de España en la II Guerra Mundial y constituir un gobierno de unidad nacional una vez derrotada la dictadura y fueran restablecidas las libertades políticas y la República. El Partido llamaba a sabotear la producción destinada a Alemania y realizó una campaña contra el alistamiento en la División Azul bajo el lema “Ni un hombre, ni un arma, ni un grano de trigo para Hitler”.[13] Mientras, José Díaz Ramos, enfermo desde antes del final de la guerra fallece, el 21 de marzo de 1942,en Tbilisi sustituyéndole en la Secretaría General Dolores Ibarruri.
Las células comunistas tenían entre sus preocupaciones el debatir la evolución de la Guerra Mundial a través de los detalles que daba por radio "La Pirenaica" y la BBC. Además confeccionaban a mano una hoja resumiendo las principales noticias que luego eran repartidas entre la gente afín. También recogían unos boletines multicopiados del Consulado francés y  revistas de los consulados inglés y americano, para propagar las noticias de los Aliados. Asimismo, en contacto con el consulado, pasaban a franceses de la resistencia que iban a Casablanca o Tánger concertando el viaje en barcos de pesca que salían desde el puerto malagueño[14].
La organización del PCE estaba estructurada para sortear los peligros de la clandestinidad y primero lo hicieron con el trabajo en cadena, es decir, en contactos aislados de uno en uno. Posteriormente lo harían en troica, en células de tres,  y siempre utilizando nombres de seguridad. A pesar de las precauciones eran continuas las detenciones de militantes. Sin embargo, el Partido seguía reforzándose y las guerrillas en la provincia estaban adquiriendo importancia, lo que hacía que el régimen acentuara la vigilancia y la represión.
Agrupación guerrillera de Málaga y Granada
En los días que antecedieron a la caída de 1944, en el seno del Partido Comunista de Málaga se celebraban numerosas reuniones del núcleo dirigente: José Cerezo como Secretario general, Enrique Doménech, Enrique Tirado, Antonio González, Antonio López, Muñoz, Salido y Joaquín Luna, que había sido el primer Secretario General en 1940 y que había salido de prisión en 1943. Estas reuniones tenían por objeto el traspaso de la secretaría general a Luna, pero éste último no accedía a ello hasta que no se cumplieran ciertas medidas de seguridad, entre las que resaltaba la de reorganizar nuevamente todo el Partido en Málaga, para que adquiriera mayor seguridad, ante posibles infiltraciones de la policía. Además Luna tenía serias reservas sobre un "delegado" llegado de Madrid que por aquel entonces mantenía contacto con Cerezo, y otros militantes, mostrando un especial interés por conocer la organización guerrillera y los cargos directivos del partido, muy especialmente quién se iba ha hacer cargo de la secretaria general.
Por aquellos días también había recalado en Málaga un antiguo coronel de caballería, don Moisés, conocido por Luna, en el frente extremeño durante la guerra, y que pretendía que en Málaga se llevara un descabellado levantamiento aprovechando la importante presencia de antiguos carabineros y Guardias de Asalto en las filas del Partido. Asimismo, coincidió esto con la llegada de otro militante, Antonio Castillo, que traía el ofrecimiento de armas de unos "amigos" que estaban en Gibraltar para las guerrillas. Todas estas coincidencias hicieron que Joaquín Luna abrigara aún más sospechas sobre la existencia de un intento de liquidación de toda la organización  malagueña. Es por ello que puso sobre aviso a Antonio Castillo, y este huyó hacia Valencia.
Las precauciones que empiezan a tomarse hacen que el "delegado" de Madrid desapareciera, sin la documentación que pretendía, y al poco tiempo comenzaron las detenciones en la capital. Todo parece que debido a la labor de un confidente de Sevilla, aunque también hay la versión de que fueron los servicios de información norteamericanos, con los que se colaboraba, los que entregaron a los resistentes e incluso se habló de la participación del cónsul estadounidense[15]. La policía consiguió desmantelar la organización malagueña en febrero de 1944, deteniendo a unos noventa militantes, y destruyendo a la vez la cadena de transmisiones entre la costa y Madrid, así como el aparato del partido en Ceuta y Melilla.[16]
Manuel Martín Rico, "Niño de la Noche" y anteriormente alcalde comunista de Nerja
Fué detenido Joaquín Luna, en la notaría donde trabajaba, junto a prácticamente toda la dirección del Partido. José Cerezo cuando tuvo la evidencia de la orden de detención huyó hacia el puerto para esconderse en unas barcas motorizadas, como había acordado antes con unos marineros colaboradores para una supuesta reunión en alta mar, para luego por la noche ir hacia las costas africanas. Pero la policía lo estaba esperando y Cerezo se tiró al agua, por lo que tuvieron que rastrear toda la zona de embarcaciones amarradas, hasta que Cerezo agotado bajo el agua emergió y fue atrapado. 
Durante los días que estuvieron en la Comisaría de la Aduana fueron sometidos a “hábiles” interrogatorios, donde las palizas y las horas de pié con la cara pegada a la pared eran continuas. Tras las primeras declaraciones fueron trasladados a la Prisión Provincial y recluidos desde el primer momento en celdas de condenados a muerte, donde pasaron horas de gran angustia. Allí discutían sobre la situación en que se encontraban, Antonio González y Pepe Cerezo, estimaban que la coyuntura internacional jugaba a favor de ellos, sin embargo el resto era más pesimista en lo concerniente a recibir ayudas exteriores y pensaban que “el fascismo si tenía que caer lo haría matando”.
Al sexto día de encierro, a las 7 de la mañana, se escuchó el abrir de los cerrojos y como los carceleros comenzaban a nombrar a los que debían recoger sus pertenencias para efectuar un traslado: Tomás Cerezo, Joaquín Luna, Luis Martín, José Jiménez, Antonio Antón, José Montero, Esteban Guerra y Pedro Fernández Viguria, eran llevados al celular central. Mientras el resto de ellos: José Cerezo, Salvador Soler, Enrique Tirado, Antonio González y Adolfo Pacheco permanecieron en las celdas de condenados a muerte, a pesar de que ni siquiera habían sido enjuiciados todavía.
En el Palacio de Justicia el 21 de abril, a las 10 horas, se inició el Consejo de Guerra con carácter sumarísimo de la causa nº 256, instruida por el juez militar nº 3, Teniente Coronel, Francisco Sánchez del Pozo España y de fiscal Mamerto Cerezo.  En Málaga se intentó una campaña de propaganda en favor de los presos y a la llegada de estos fueron recibidos, por una multitud de familiares y amigos, como héroes y se escuchaban gritos desde la calle de ¡Libertad, libertad,...!.
Durante la audiencia Antonio González realizó unas declaraciones atacando al tribunal como "enemigos del pueblo" y anunció la próxima liberación nacional con el triunfo de los Aliados en Europa. Esto junto a ser considerado universitario hizo que vieran en él, jueces y policías, al "cerebro" de la organización que tanto perseguían conocer durante los interrogatorios.  Las sentencias fueron durísimas, decenas de años de cárcel para unos y, lo peor, sentencias de muerte para cinco de ellos.
La noche trágica en que estaba previsto el cumplimiento de las sentencias, Cerezo, Soler, Tirado, González y Pacheco, cuenta José Luna: "todos los condenados la pasamos entre sollozos, vivas a la República y rabia de impotencia,...". Cuando efectivamente sacaron a los cinco condenados de sus celdas estos se resistieron a ser amarrados con alambres y fueron salvajemente golpeados, Antonio González daba estentóreos vivas a la República y al Partido Comunista, siendo callado mediante brutales culatazos en su cabeza por los guardias civiles que los llevaban hacia la muerte.
Fueron fusilados, el 8 de agosto, junto a las tapias del cementerio de San Rafael, donde ya habían caído miles de luchadores antifascistas. Al día siguiente los presos realizaron un plante que consistía en no coger el desayuno, como señal de luto por sus camaradas asesinados[17].

 Alfredo Cabello Gómez de Acebo
Nuevas reorganizaciones del PCE.
A la anterior dirección comunista en Málaga le sustituyó otra encabezada por Antonio Campos Roldán, dirigente ferroviario y antiguo concejal en la Gestora Municipal del Frente Popular, que junto a Rafael Palma Herrera en la secretaría de organización estructuran un nuevo Comité Provincial, entre los que se encontraban: José Chicón Martín, Enrique Doménech Calderón, Alfredo de Jorge Romero, Ricardo de la Cuesta Borrallo, José Grimaldi Navarro, Germán Yánez Lozano, Francisco Pérez Yuste, Pedro Morales Periañez, Diego Gil Gutiérrez, Juan Gil Gutiérrez, Diego Vivas López, Salvador Márquez Fernández, Diego Jiménez García y José Morales Sánchez. Todos ellos fueron detenidos, en agosto de 1945, junto a militantes de Estepona, Marbella, San Pedro de Alcántara, Parauta, Benahavís, y Torrox. Precisamente en esta última localidad detienen además de al maestro Germán Yañez a Antonio Álvarez Espejo, José Núñez Noguera, Eduardo Luque Vallejo, José Álvarez Mesa y José Mesa López.
Juzgados en Consejo de Guerra Sumarísimo, acusados, junto a otros 106 militantes, de la acción política llevada a cabo en nombre de la Unión Nacional en las costas malagueñas. Tras el juicio estos dirigentes fueron condenados a penas de entre cuatro y un años de prisión.[18]
A pesar de esta caída tan importante el PCE, en 1945, siguió funcionando mediante una serie de células que no se vieron afectadas en la capital, y consiguieron mantener una importante implantación en las principales zonas industriales. Estas células se agrupaban en cuatro Radios con sus respectivos responsables al frente y se contactaban entre sí mediante  enlaces con el Comité Provincial.             
Las principales actividades de esta organización seguía siendo la recaudación de dinero para el socorro a los presos políticos y sus familiares, así como para el mantenimiento de la `propia organización. Pero además realizaban modestas distribuciones de propaganda del Partido, entre ellas el periódico Unidad o extractos de Mundo Obrero; realizaban pintadas de la “R”, de Resistencia o República; y también hacían  labor  proselitista para la captación de nuevos militantes para el Partido y las guerrillas. La coordinación y las instrucciones de órganos superiores, así como el suministro de la propaganda y la recogida de la recaudación de dinero de las células las realizaba un enlace que contactaba con los jefes de cada grupo y con el responsable de Radio o del Comité Provincial.
   Los jefes de Grupo y células del Radio nº 4 eran: La célula nº 1 que comprendía la zona de la Estación de ferrocarriles y tenía por responsable a Rafael Pérez García; la célula nº 2 actuaba en la zona del Perchel y su responsable era Francisco Calderón Torres que trabajaba como cerrajero en los Talleres de los ferrocarriles; la célula nº 3 en el sector de la S.A. VERS y cuyo responsable era un obrero de la fábrica del Gas; la célula nº 4 en el sector del barrio de la Trinidad y su responsable era el denominado Frasquito “el Estraperlista”; y la célula nº 5 que actuaba en el distrito de los Guindos y tenía por responsable a José Sánchez García “el Chato” que trabajaba como fundidor en la fábrica del Plomo de Huelin y era natural de Vélez-Málaga.[19]
Julio Ramos Corral fusilado el 12-12-1939
Dentro de los Talleres de Ferrocarriles actuaba un comité del Partido organizado por Francisco Calderón Torres y del que formaban parte Juan Pérez Guerrero que era mecánico y natural de Mengibar (Jaén) como responsable político; Rafael Pérez García, ferroviario de Pizarra, como responsable administrativo; José Rodríguez Martín de responsable de agitación y propaganda; además de Manuel Cobos Sánchez que era carpintero de los talleres y Francisco Martín Ramírez, entre otros. En otras empresas trabajaban  Francisco Montoya y Antonio López Molina en la Fábrica “La Esperanza” de Ruperto Heaton, este último era natural de Játiva y estaba desterrado en nuestra ciudad; José Martínez Pérez  que era carpintero en los talleres de la S.A. VERS;; Francisco Reina que trabajaba como mecánico en la Fundición Gallego del Pasillo de Santo Domingo; Antonio Jiménez Mandly que era metalúrgico.
Durante este periodo el Partido buscaba la visibilidad de la oposición a la dictadura entre el pueblo y no dudan en realizar modestas acciones por muy arriesgadas que parecieran. Así se  impulsa la consigna de que todos los miércoles fueran días de la Resistencia, y  que en este día no se hicieran compras de ninguna clase, ni siquiera se montaran en el tranvía. A la vez se pintaban la "R", de Resistencia y República[20], por todos los sitios que se pudieran. También jóvenes comunistas iban  en parejas, simulando ser novios, para colocar banderas republicanas, que llevaban escondidas en paquetes como si fueran dulces, en el Seminario y en el Castillo de Gibralfaro. Esta labor la realizaban grupos de acción a la que denominaban “mosqueteros del Llano” siendo su jefe o responsable Francisco Moreno Morillas, así en noviembre de 1945  llegan a realizar pintadas de “Viva la República” y de la “R” en la Rosaleda, en el barrio del Perchel cerca del mercado, en el camino de Casabermeja y en el barrio de la Trinidad. El 31 de diciembre colocaron banderas republicanas en el monte San Antón, en el Cerro Coronado, en el castillo de Gibralfaro. En esta actividad participaron Antonio Ruiz Gómez y su hermano Manuel, además de otros dos militantes más.  
Coincidiendo con la caída de un nutrido grupo, de hasta 90 comunistas en 1946, tras la detención de Alfredo Cabello Gómez de Acebo en la capital, fue elegido Secretario General Antonio López "el aparejador" que poco después accidentalmente fue detenido y posteriormente también fusilado.
En aquellos años Joaquín Luna fue elegido Secretario General del PCE en el interior de la Prisión Provincial, en donde también se discutía de la situación internacional y el desarrollo de la Guerra Mundial y se editaba Vanguardia[21] como órgano del PCE en la Prisión Provincial en 1946.  Posteriormente Luna y el Comité de la cárcel dimitiría por una controversia con Ramón Vía con el que no estaban de acuerdo en como se iba a realizar la operación de fuga, ya que iba a ir acompañado de militantes a los que les quedaban apenas unos meses de condena[22].
El periódico Unidad, comienza a editarse en 1946 y era el órgano del Comité Provincial, se elaboraba con una multicopista que situada en la barriada de Ciudad Jardín, el cliché estaba en Molinillo del Aceite y el papel y la tinta en la calle Agua. Finalmente lo confeccionaba Manuel Romero Díaz que se lo entregaba a Francisco Montoya para su distribución, que a su vez quedaba con otros distribuidores en las zonas de la Catedral, calle Santa Maria y en las puertas de los cines, con la correspondiente contraseña. Las últimas veces que se editó el periódico se hizo en las oficinas de la Sociedad Anónima "El Ocaso", y de su último número se hizo una tirada de 6000 ejemplares, era en 1947[23].
Con anterioridad, a finales de 1945, el Comité Provincial del PCE  había editado un Boletín interno denominado Nuestra Línea[24] que duraría hasta enero de 1947. Estaba estructurado en tres apartados: Unidad, Lucha y Organización. En Lucha planteaba incrementar el reclutamiento para los guerrilleros del monte y del llano, y que cuando hubiese un detenido se debía desatar inmediatamente una campaña de protesta que evitase la impunidad de los crímenes, como en el caso de Juan Alba, que había sido brutalmente torturado y criticaba la incapacidad del Partido para movilizarse. Sin embargo se congratulaba de la conseguida en favor de Ramón Vía, que aunque lenta e imperfecta había logrado el fin de sus torturas y evitado su “ejecución silenciosa”.[25]
El boletín interno Nuestra Línea, coincide con la difusión externa de Unidad, y es un material de primer orden para conocer la evolución de la organización clandestina del Partido y de sus objetivos políticos. Así en  de enero de 1946, planteaba la creación de comités de enlace entre el Partido Socialista y el PCE, y también entre los sindicatos UGT y CNT, proponiendo crear grupos de solidaridad en las empresas, barriadas y aldeas. Además apelaba a la creación de grupos de mujeres hasta conseguir formar el Frente Femenino Antifranquista Malagueño. Igualmente con relación a los intelectuales y hombres de la cultura fomenta la creación de un Frente de Intelectuales Antifranquistas Malagueños. Y en los cuarteles se propone crear Juntas de Resistencia Antifascista. Como medidas para combatir el terror franquista propone además de movilizaciones, consistentes en huelgas, manifestaciones o cartas, señala el solicitar de los cónsules de las naciones democráticas que intercedan a favor de los presos, al igual que se realizó con Ramón Vía y Fernández Gálvez. También desde este periódico se impulsaban tareas de solidaridad ante la miseria que padecían los familiares de los detenidos y que cuando se carecieran de medios llegaba a aconsejar el asalto a almacenes y tiendas de grandes estraperlistas para “que no haya en nuestra provincia un solo patriota que se muera de hambre y frío”.[26]  
Acto del PCE en Moscú en 1940 con Dolores, Isidoro Acevedo, Enrique Lister, Irene Falcón,...
El Comité Central PCE celebró su primera reunión después de la guerra en Toulouse, el 3 de diciembre de 1945. Allí se aprobó una nueva línea política que suponía la apertura hacía la incorporación a la lucha contra la dictadura de sectores que habían sido aliados de Franco. Dolores Ibarruri en su informe proponía la formación de un gobierno de “coalición nacional”, compuesto por la izquierda, representantes de los bloques monárquico y católico, e incluso militares del ejército franquista, y que tendría por objetivo organizar un plebiscito en el que el pueblo español determinara la futura forma constitucional del estado. Apenas dos meses después el PCE anunciaba la integración en la Alianza Nacional de Fuerzas Democráticas (ANFD)[27], organización que integraba a socialistas, libertarios y republicanos que había nacido como contraposición a la Unión Nacional de hegemonía comunista. 
Para reforzar la organización partidaria y la acción guerrillera es enviado a Málaga, después de pasar por la Escuela de Adiestramiento del PCE en Toulouse, el médico Luis Campos Osaba, bajo el pseudónimo de Alfredo o Jesús, junto a Manuel López Castro. Ellos dedicaron sus mayores esfuerzos a mejorar la conexión entre el partido y las guerrillas, apoyados en estas tareas por Carmen Gómez y Ana Gutiérrez Rodríguez que hacían de enlaces, primero desde la cárcel y luego en el exterior, transportando información, documentos, prensa y dinero. Luis Campos fue el responsable de la llegada a Málaga de Alfredo Cabello, para hacerse cargo de la jefatura de las guerrillas, tras la caída de Ramón Vía y en esas labores estuvo actuando hasta que fue requerido para ir a Sevilla, en junio de 1947, para reorganizar el Comité Regional del PCE junto a Ricardo Beneyto y José Mallo Fernández.
La política de acercamiento a los socialistas no fue aceptado de buen grado por los militantes malagueños, que cuestionaban la sinceridad y la fiabilidad política de éstos. Todavía recordaban los sucesos finales de la guerra y la entrega de los comunistas a las tropas de Franco. Así muchos cuadros siguieron trabajando por la Unión Nacional, obviando las directrices superiores de acercamiento a socialistas, libertarios y republicanos[28]. En estas fechas Cristóbal Criado es encargado, por la dirección, de organizar la solidaridad y la ayuda a los presos y sus familiares, creando el Socorro Popular Pro-presos de Málaga. Buena parte de la militancia comunista caería nuevamente, entre marzo y junio de 1946, con la detención del jefe guerrillero Alfredo Cabello Gómez de Acebo al que se le incautó  documentación con una relación  de militantes.   
El PCE celebra su III Pleno, del 19 al 22 de marzo de 1947, en la Alcaldía de Montreuil (París). En su informe Dolores Ibarruri señalaba que con un Gobierno, en el exilio, presidido por Rodolfo Llopis, donde se integraban todas las fuerzas republicanas, incluido el PCE, resultaba paradójico que no se pudiera  crear un frente republicano de todas las organizaciones democráticas que lo apoyaban y en el cual se apoyara para dirigir en el interior la lucha por el restablecimiento de la República. Para ello proponía la creación de un Consejo de la Resistencia donde podrían integrarse la ANFD y otras organizaciones como las Agrupaciones guerrilleras, las juventudes, los intelectuales, etc. Por otro lado el informe de Santiago Carrillo hizo hincapié en la necesidad de reconstruir la UGT clandestinamente en los centros de trabajo para en un paso posterior impulsar la huelga general política. Asimismo, Antonio Mije, se hizo eco de la publicación malagueña Unidad y de la intensificación de todo tipo de propaganda en las calles de España contra la dictadura. [29]
Antonio Mije
Así la noche del 30 de abril de 1947, como queriendo reafirmar las palabras de Mije, una brigada de seis militantes, encabezados por Carmen Gómez que había salido de la cárcel el año anterior, fueron al monte de las Tres Letras, donde estaban pintadas las siglas de las Juventudes Nacional Sindicalista de Falange, y las cambiaron por las de las JSU. Amaneció el 1º de Mayo en Málaga con una enorme JSU que podía verse desde toda la ciudad y con cuatro banderas republicanas colocadas por el mismo grupo en el Camino del Colmenar[30]. Tras este episodio, al mes siguiente, Carmen Gómez y su compañero Luis Campos Osaba se van para Sevilla a reorganizar el Comité Regional.
El referéndum anunciado por el Régimen de Franco sobre la “Ley sucesoria en la Jefatura del Estado”, para el 6 de julio, es denunciado por el PCE como un intento de la dictadura por maquillarse con una fachada monárquica para hacerse aceptable a los ojos de las potencias occidentales. Así, el 17 de junio, el Comité Central del PCE lanza un llamamiento a la abstención y a realizar acciones de cualquier tipo que hicieran visible la oposición a la dictadura[31]. Tras los resultados el PCE denunció el enorme “pucherazo” llevado a cabo por el Régimen y que a pesar de ello había supuesto un fracaso político, pues a pesar de las amenazas que había realizado contra los trabajadores estos no había acudido en masa a las urnas.[32]   

Algunos aspectos relacionados con la acción armada del PCE en Málaga.
Desde 1944 a la estrategia de oposición a la dictadura franquista, el PCE, impulsa la lucha armada desde la acción guerrillera. Si bien hubo núcleos de socialistas y anarquistas, lo cierto fue que ni PSOE ni la CNT se implicaron oficialmente en la oposición armada al Régimen[33]. Los primeros desembarcos en las costas malagueñas y granadinas datan de noviembre de 1943, y eran exiliados comunistas, instruidos por los norteamericanos para que les facilitaran información estratégica del Estrecho.
Un día de octubre de 1944 Ramón Vía Fernández, reconocido miembro del maquis francés, junto a un grupo de diez guerrilleros, llegados desde Argel, desembarcan en las playas cercanas a La Herradura. Ramón Vía[34], y su grupo, tomaron contacto con huidos que ya operaban en Málaga y constituyen el VI Batallón, siendo Jefe Supremo de su Estado Mayor. Vía y su grupo actuaron en la Axarquía y comarcas cercanas a Granada, consiguiendo crear una amplia red de enlaces, organizar 65 Comités de "Unidad Nacional" y distribuir hasta 4000 ejemplares de "Por la Unidad de la República".
Detenido, el 15 de noviembre de 1945, tras una delación, fue brutalmente torturado sin que pudieran hacerle hablar sobre el entramado organizativo de las guerrillas que él dirigía. Ya en la Prisión Provincial de Málaga, escribió un manifiesto, “Yo Acuso”,[35]donde relataba las terribles torturas a que fue sometido y como había protagonizado un intento de suicidio para no delatar a sus compañeros[36].  El Partido realizó una amplia campaña para salvar su vida, distribuyendo numerosas octavillas en los barrios.  Francisco Montoya, enlace con el Estado Mayor de la Guerrilla, llevó unas cartas a los cónsules americano, inglés y cubano, pidiendo que intercedieran por la vida de Vía y dejaran de torturarlo. Del éxito de esta campaña se hizo eco el boletín del Comité provincial del PCE Nuestra Línea y el del alto mando del Ejército Guerrillero ATAQUE.[37]
Desde la cárcel Ramón Vía organizó una fuga colectiva, el 1º de mayo de 1946, a través de un túnel, escapando 26 presos, militantes de la CNT y del PCE. De esta fuga se hace eco Mundo Obrero poniéndolo como ejemplo de firmeza revolucionaria y señalando como sus primeras palabras al estar libre fueron: “Ya estoy de nuevo con vosotros y dispuesto para la lucha” [38]. La dirección del Partido dio orden de salvar a los evadidos y se encargó a Alfredo Cabello y a José Muñoz Lozano “Roberto” de llevar a cabo la operación, como máximos responsables del Partido en la provincia[39].  La mayoría, sin embargo, fueron detenidos y el propio Vía junto a Antonio Daza López, Miguel Martín Cantos y Salvador Bermúdez Luque, que les había dado cobijo, fueron veinticinco días después, asesinados al aplicarles la Ley de Fugas[40].
También es de destacar la figura de Alfredo Cabello Gómez de Acebo[41] que llega a Málaga el 7 de septiembre de 1945, asumiendo el cargo de Jefe Provincial del Estado Mayor de las guerrillas, tras la caída de Ramón Vía. Apenas ocho meses después, intentando organizar la coordinación entre partido y las guerrillas, montando estafetas de enlace entre estos y desarrollando la política de Unión Nacional, es detenido, el 21 de mayo de 1946. Fue brutalmente torturado en los calabozos del Cuartel de Segalerva por la guardia civil. En la detención le encontraron abundante documentación, lo que ocasionó la caída de numerosos militantes de Málaga y la provincia, de los que serían encausados sesenta y nueve de ellos.
Fue juzgado en Consejo de Guerra Sumarísimo, el 26 de enero de 1948, en la causa 573/46 junto a los, “Mosqueteros del Llano”, Francisco Moreno Morilla, Francisco Martín Ramírez y Juan Aparicio Jiménez que habían participado, el 5 de mayo de 1945, en el atraco al OCASO S.A., donde se incautaron de 6026 pesetas para la organización clandestina que fue entregada a Alfredo Cabello. Fueron condenados a la pena de muerte por el delito de Rebelión Militar. Aunque se le conmutó la pena a Francisco Martín por la de 30 años de prisión.
La noche previa a la ejecución de la sentencia, que era el 5 de marzo, estuvieron cantando himnos guerrilleros, la Internacional, etc. Cuando los llevaban para el cementerio gritaron: ¡Viva la República! ¡Viva el Socialismo! A Alfredo Cabello lo dejaron el último, el Teniente Coronel Juez, Juan Fariñas Carvajal fue el encargado de confirmarle la pena de muerte. Alfredo Cabello le dijo: "como usted va a ir esta noche dígame ¿está el nudo de la corbata bien?". Fariñas le contesto: ¡Sí está muy bien!. A. Cabello le espetó: "A ver si usted el  día que le toque su "hora" es capaz de hacerlo" y cuando fue a firmar le dijo: "Ha visto cómo no me tiembla el pulso! Cuando usted vaya esta noche allí verá como mueren los comunistas".[42].
En la misma causa que los anteriores, también se reconoce a Cristóbal Criado o Francisco Montoya, que fueron detenidos, junto a numerosos militantes, por sus actividades subversivas consistentes en  ocultación de armas, pintar la “R” de Resistencia y República, reparto de octavillas, colocación de banderas republicanas y servir de enlaces de las guerrillas.
La lucha armada continuaría en las sierras malagueñas dirigidas por José Muñoz Lozano “Roberto”[43], que toma las riendas de la guerrilla malagueña y granadina, en septiembre u octubre de 1946, apenas disponía 25 hombres, pero en unos meses había incorporado a más de 100 hombres y sin problemas para cubrir las bajas, precisamente en uno de los periodos de mayor dureza en la represión franquista.
Con "Roberto" la guerrilla de esta zona se reorganiza en dos grandes secciones, el 6º Batallón fundado por Ramón Vía y el 7º Batallón de nueva creación. Cada Batallón se dividía en Compañías y estas en Grupos, llegando a aglutinar a 150 guerrilleros auxiliados por una nutrida red de enlaces. Además de en la Axarquía malagueña actuaron en el Oeste y Sur de Granada penetrando hasta Archidona[44].
En 1947 comienza el llamado “trienio del terror” de la resistencia armada al franquismo. La condena del régimen de Franco por la Asamblea General de la ONU el año anterior era agua pasada y las potencias occidentales actúan bajo la lógica de “la guerra fría” viendo en la dictadura fascista un valladar contra el comunismo. Incluso en el Gobierno republicano en el exilio, presidido por Rodolfo Llopis, se deja notar el enrarecido ambiente internacional y, el 5 de agosto, el representante del PCE, Vicente Uribe presenta su dimisión del gobierno y Prieto que controla el PSOE en el exilio impulsa la disolución de la ANFD, mientras entra en conversaciones con monárquicos del interior[45]. Franco tenía las manos libres para dedicarse a fondo en el exterminio de la resistencia armada, siendo conocidos informes de la Dirección General de la Guardia civil en la que se exigía máxima dureza y no hacer prisioneros, es decir utilizar el asesinato legal mediante la universalización de la “Ley de Fugas”. Esta estrategia para exterminar a los guerrilleros pasaba por golpear brutalmente la red de enlaces y familiares de estos.
Desde Mundo Obrero se lanzó una campaña de denuncia internacional, sobre la oleada de detenciones, ejecuciones sumarias y de los crímenes aplicando la “ley de fugas” en España, intentando llamar la atención de las democracias occidentales sobre estos atropellos a los derechos humanos que el terror de Franco imponía.[46]
camarada "Roberto"
Si bien durante los años de 1948 y 1949 la Agrupación “Roberto” realizó gran número de acciones armadas por la provincia, desde octubre de 1948, el Buró Político del PCE, ya había iniciado un cambio táctico con respecto a la lucha armada, privilegiando el “entrismo” en las instituciones de la dictadura, en concreto en los sindicatos verticales. Parece que en el cambio tuvo que ver una reunión celebrada por una delegación del Buró Político del PCE, un mes antes, en el Kremlin con Stalin.[47]Era el principio del fin de la lucha guerrillera en España. 
En la resistencia armada, de los comunistas malagueños, también hay que destacar la labor de Pablo Pérez Hidalgo “Manolo el Rubio”[48] que apoyándose en refuerzos que llegaban desde el norte de África, consigue organizar, en 1943, la Agrupación “Stalingrado”. Estaba compuesta por unos cincuenta hombres y actuaba desde Cortes de la Frontera hasta Coin.  Como en la zona también actuaba, desde 1947, un grupo libertario mandado por Bernabé López de la Calle “Comandante Abril” y ante la oleada represiva del momento y los auspicios de un delegado del Comité Regional del PCE procedente de Sevilla, Manuel Abollado “Orejitas”, en febrero de 1949, se consiguió que se integraran y conformaran la Agrupación “Fermín y Galán” que actuaría en la Serranía de Ronda y en el Campo de Gibraltar bajo la dirección de “Bernabé” y la jefatura militar de “Manolo el Rubio” hasta el exterminio de buena parte de la partida guerrillera.

Nueva reorganización comunista  en Málaga.
En el verano de 1947 es detenido Ricardo Beneyto, responsable del Comité Regional del PCE. Y apenas unos meses después, el 6 de febrero de 1948, se produce la detención masiva de cuadros del Comité Regional en Sevilla, entre ellos los encargados de sustituir al primero, José Mallo Fernández, Manuel López Castro que había estado en Málaga bajo el seudónimo de “Alfredo” o “Jesús” y Luis Campos Osaba, este último junto a su compañera la malagueña Carmen Gómez Ruiz. En total cayeron cuarenta militantes y se desmanteló buena parte de la organización en Sevilla, Córdoba y Huelva (Causa 287/48).[49]         
En Málaga, a partir de la salida de la cárcel de Cristóbal Criado, en julio de 1948, y pasado unos meses, este empezó a realizar visitas a antiguos camaradas y con los más decididos, entre ellos contactó con José Silva Medina, que había salido en libertad, tras sobreseerse su causa en 1949, e iniciaron una nueva reorganización del Partido en Málaga, que estaba prácticamente desarticulado. Si bien la mayoría de los antiguos militantes habían rechazado participar, para eludir la presión policial o por considerarse “quemados” para la lucha clandestina, Cristóbal y José Silva  consiguieron poner en marcha nuevamente el Partido.
En un principio al carecer de contactos con los órganos superiores del Partido, recogían las orientaciones de Radio España Independiente, “La Pirenaica”, y trabajaban  según las instrucciones recibidas en el interior de la cárcel. Crearon una comisión encargada de reconstruir el partido, dotándolo de una organización más ágil y dinámica. A los pocos meses se contaba con distintos comités y con contactos regulares con el Comité Regional en Sevilla. Este contacto vino gracias a la intervención de Antonio Álvarez Cabeza, Secretario General del PCE en la Prisión Provincial, que conocía a Cristóbal Criado y mediante una carta de presentación pudieron realizarlo. El primer contacto con la organización malagueña pronto fue cambiado, ya que suponía que era seguido por la policía y fue sustituido por Miguel Caballero, utilizando como mediadora a la cordobesa, Catalina Buenestado Herrero, que se encontraba desterrada en la capital y a José Silva[50].
La nueva organización se estructuró territorialmente en radios, siguiendo la fórmula seguida durante el periodo final republicano. El Radio nº 1 comprendía toda la zona este de la capital, desde el río Guadalmedina hasta la barriada de El Palo y el Radio nº 2  la zona oeste, desde el mismo río hasta el río Guadalhorce y los nuevos comités pasaron de tres a cinco responsables. 
Coincide este periodo con un importante viraje en la táctica del partido que intenta combinar el trabajo ilegal con el aprovechamiento de las posibilidades legales en los sindicatos verticales, renunciando a la organización de sindicatos clandestinos, como los intentos de realizados de reorganizar la UGT, pues el único resultado que había dado era duplicar la organización clandestina del partido, multiplicando los riesgos de caídas, sin por ello aumentar la vinculación con las masas trabajadoras.[51] Cristóbal Criado cuenta como este cambio de táctica también produjo serias resistencias entre los militantes, ya que consideraban a estos sindicatos como organismos desacreditados entre los trabajadores y que formaban parte del régimen opresor que tenían por único objetivo el control de los obreros.[52]
 Cristobal Criado


Mientras Cristóbal Criado y José Silva empiezan a reorganizar el partido, también coexisten otros intentos. Así en 1949 José Sánchez Santos contacta con Manuel Morales Reyes que había llegado del exilio en Orán en 1947 y había instalado un taller de mecánica en la calle Alcazabilla y le propone que se haga cargo de la dirección en Málaga. Para ello concierta una reunión con una enviada del Comité Central, denominada “La Rubia”, que en realidad era una confidente de la policía, y que le pide hacerse cargo del partido y que en Sevilla el Comité Regional sabía de su llegada a España y por eso la enviaban. Pero Morales rechazó la oferta alegando que en el partido, posiblemente, se habían introducido confidentes y que lo primero que había que hacer era depurar el listado de militantes y contar solo con los más seguros. Además él debería controlar los contactos con la gente de la guerrilla. Esta supuesta enviada, “La Rubia”, no estuvo conforme con sus peticiones y desapareció.
Pepe Sánchez Santos
Al poco tiempo acontece una nueva caída en Málaga, que viene a coincidir con la del Comité Regional, siendo detenidos José Sánchez Santos y Manuel Barranco primero, siendo torturados brutalmente en Comisaría. Después detienen a Manuel Morales que fué llevado ante el jefe de la Brigada Político y Social, Manuel Tigerman, pero gracias a que Morales conoció lo que ya había declarado Pepe Sánchez, gracias a la compañera de Barranco, afirmó lo que iba diciendo el policía y le confirmó que él no se había hecho cargo del partido por lo que fue puesto en libertad, pero ya estaba “quemado” para la actividad clandestina y al año siguiente nuevamente se exilió, esta vez a Argentina.[53]
También en esta caída son detenidos García Elena y Salvador Trujillo Rueda, antiguo militar republicano, el 15 de mayo, delatado por un compañero. Este último fue torturado y temiendo no poder aguantar más los golpes se lanzó de cabeza contra el pincho del volante de un radiador de calefacción y se lo clavó en la frente. Estuvo durante 18 días entre la vida y la muerte, y posteriormente ingresó en prisión. 
En la década de los cincuenta comenzaba una nueva época de la resistencia comunista a la dictadura que estaría marcada por la política de Reconciliación Nacional.



[1] Para la toma de Málaga ver  BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación: Málaga entre la guerra y la posguerra. El franquismo. Arguval, Málaga, 1994, pp.19-28. CARDONA, G.: La Guerra Militar. España 1936-1939. Historia 16. Madrid, 1996, p. 52-57. NADAL, A.: Guerra Civil en Málaga. Arguval. Málaga,1984, p. 363- 404. 

[2] Para ver la situación de la retaguardia malagueña durante la guerra y el éxodo malagueño ver: PRIETO BORREGO, L, y BARRANQUERO TEXEIRA, E.: Población y Guerra Civil en Málaga: Caída, éxodo y refugio. CEDMA, Málaga, 2007, pp. 99- 128.  

[3] Para estudio de la represión en Málaga: BARRANQUERO TEXEIRA, E.: Málaga entre...,op.cit.p. 199- 265.
  
[4] Prácticamente la dirección provincial del PCE fue exterminada, siendo asesinados: el diputado Cayetano Bolívar Escribano (4-7-39); el Secretario Político provincial Rodrigo Lara Vallejo; el Secretario Local de la UGT, José Gallardo Moreno (1-7-41); Elvira Gallardo Moreno y su compañero Manuel Pardo Sosa (febrero 1937); José Cañas García de Antequera (12-4-39); Juan Lara Díaz (4-5-40) y su hermano Manuel, Secretario de Juventud del Partido de Vélez Málaga (11-2-40); Rafael Triguero Quijano, Presidente de la Federación Cultural Deportiva Obrera; los hermanos Juan y José Muñoz Lago del Valle de Abdalajís (4-5-40); Francisco Cruz Sánchez, alcalde de Ronda (13-4-40); Francisco Romero Añón alcalde de Marbella; Antonio Gómez Arias de Fuengirola; José Peña Díaz, Secretario General de Sedella (7-1-41); José Jiménez Alarcón, Secretario de organización de Mijas; Antonio Muñoz García, Secretario General de El Burgo (6-8-39); Julio Ramos Corral de Lagos (Vélez-Málaga,12-12-39); Francisco Bernal Trujillo, Secretario Juvenil de Álora (10-11-39); Joaquín Herrera Muñoz, concejal de Nerja; el periodista y forjador del Radio de Málaga José Ochoa Alcázar es arrojado a un cráter volcánico en Las Canarias donde estaba desterrado cuando triunfó la sublevación.

[5] Entrevista a Esteban Guerra Aragonés, natural de Fuengirola, era responsable de Organización de las JSU de Málaga cuando comienza la guerra y posterior responsable de milicias de la organización juvenil, además era miembro del Comité provincial del PCE.

[6] Enrique Sánchez García era un ferroviario malagueño y miembro del Comité Central del PCE que tuvo que salir de Málaga en 1931 tras un conflicto en la ciudad, hizo labores periodísticas para Mundo Obrero con ocasión de los sucesos de Villa de Don Fadrique, tras el golpe fascista era encargado de la Jefatura de Intendencia en la 4ª Sección del Estado Mayor del Ejército de Defensa de Madrid al mando de Miaja y del Ejército de Operaciones del Centro y luego de los Servicios de Intendencia del Ejército del Centro con el grado de comandante.

[7] Ver FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, C.: Madrid clandestino. La reestructuración del PCE, 1939-1945. Fundación Domingo Malagón, Madrid 2002, p. 75-82. HEINE, H.: El Partido Comunista de España durante el primer franquismo (1939-1956), p. 70-73, en PAPELES DE LA FIM Nº 22 “I Congreso sobre la Historia del PCE 1920-1977” , Madrid 2004.

[8] RODRÍGUEZ CHAOS, M.: 24 Años en la cárcel. Ed. Forma. 1977, p. 105. Para ver estos hechos en Madrid ver: HEINE, H.: La oposición política al franquismo. De 1939 a 1952. Crítica. Barcelona, 1983 y FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, C.: Madrid clandestino..., op.cit. p.82.

[9] Entrevista a José Sánchez Santos, miembro del Comité Provincial del PCE desde 1935, encargándose de la acción política entre el ejército, participando en las MAOC. Durante la guerra fue Comisario político del Regimiento “Vitoria” nº 8.

[10] Según testimonio de Antonio Fernández Vargas el sepulturero era del PCE. Se llamaba Juan Ramírez. Entrevista a Antonio Fernández Vargas “El Jardinero” el 7 de julio de 1993.

[11] Testimonio manuscrito de Joaquín Luna en BARRANQUERO TEXEIRA, Encarnación: La reorganización del PCE en Málaga después de la guerra civil, p. 88-89. En PRIETO BORREGO, Lucía. (coord..): Guerra y franquismo en la provincia de Málaga. Nuevas líneas de investigación. UMA. Málaga, 2005.

[12] Ibidem. p. 85-88.

[13] IBARRURI, D. (coord..): Historia del Partido Comunista de España. Editions Sociales. Francia 1960, p. 139.

[14] Entrevista a Francisco Montoya Fernández.
[15] AZUAGA RICO, J.M.: La guerrilla antifranquista en Nerja. Ed. IULV-CA, Nerja, 1996, pp. 58-59.

[16] HEINE, H.: La Oposición política al franquismo. Crítica. Barcelona, 1983, p. 221-222. La red de transmisiones se creó un año antes cuando un grupo de seis militantes, provistos de varias emisoras portátiles desembarcaron en noviembre de 1943 en una pequeña cala de Nerja y procedieron a establecer un contacto directo entre la dirección del Partido en el interior y la del norte de África. La aventura apenas duró tres meses y le costó la vida a cinco de los relacionados con la cadena de transmisiones que cayeron en el pelotón de fusilamiento junto al dirigente Jesús Carreras enviado a Madrid en 1942 para sustituir a Quiñones.
[17] Del Manuscrito de Joaquín Luna “El proceso de 1944” en Páginas trágicas de la lucha antifascista, en BARRANQUERO TEXEIRA, E.: la reorganización del PCE en Málaga..., op. cit. p. 90-91 y original facilitado por la autora.

[18] Causa 1174/45, en CRIADO MORENO, C.: El PCE que viví en Málaga, 1920-1977. Recuerdos de un veterano dirigente comunista. Málaga, 2004, pp. 98-99 y AZUAGA RICO, J.M.: La guerrilla antifranquista en Nerja. Ed. IULV-CA. Nerja, 1996, p. 82-84.
[19] Ver Causa 573/46: Contra Alfredo Cabello Gómez-Acebo y sesenta y nueve más, en  ROMERO NAVAS, J. A.: La guerrilla en 1945. Proceso a dos jefes guerrilleros: Ramón Vías y Alfredo Cabello Gómez-Acebo. Diputación Provincial. Málaga, 1999, p.125-303.

[20] UNIDAD, ORGANO OFICIAL DEL Comité Provincial del PC de Málaga al servicio de la unidad, nº 3 enero 1946. Sig. 18/6Archivo Histórico del PCE, (AHPCE).

[21] VANGUARDIA, órgano del PCE de la Prisión al servicio de la República. Sig. 24/6, (AHPCE).

[22]  Manuscrito de Joaquín Luna Nieto, Páginas trágicas de la lucha antifascista.

[23] Entrevista a Francisco Montoya Fernández.

[24] Nuestra Línea, boletín del Comité Provincial de Málaga. Sig. 23/2 (AHPCE).

[25] Ibidem, nº 2, 1945.

[26] Ibidem, nº 3, 1946.

[27] HEINE, H.: La oposición política...,op. cit. p.228-236.

[28] CRIADO MORENO, C.: El PCE que viví en Málaga, 1920-1977. Recuerdos de un veterano dirigente comunista. Málaga, 2004, p.97.

[29] Nuestra Bandera, nº 16 (Extraordinario) de marzo de 1947, Archivo Comité Provincial del PCE  (APCEMA).

[30] Entrevista Carmen Gómez Ruiz.

[31] Nuestra Bandera, nº 18 de junio de 1947, (APCEMA).

[32] Ibidem, nº 19 de julio de 1947.

[33] MORENO GÓMEZ, F.: La resistencia armada contra Franco. Crítica, Madrid, 2001, p. 241.

[34] Para todo el caso de Ramón Vía ver: ROMERO NAVAS, J.A.: La guerrilla en 1945. Proceso a dos jefes guerrilleros: Ramón Vías y Alfredo cabello Gómez Acebo. CEDMA, Málaga, 1999, p.45-123. Asimismo en AZUAGA RICO, M.: La guerrilla antifranquista en Nerja. Ed. Izquierda Unida Los Verdes-Convocatoria por Andalucía, Nerja. 1996, p. 63-80. También en SOREL, A.: La guerrilla antifranquista. La historia del maqui contada por sus protagonistas. Txalaparta, Navarra, 2002, p. 193-203.

[35] “Yo acuso” por Ramón Vía Fernández, detención y tortura, diciembre de 1945. Testimonios de la cárcel de Málaga, Sig: Caja 40, carp. 6 (AHPCE).

[36] Manuel Morales Reyes recuerda que con ocasión de una detención suya, en 1949, el Jefe de la Brigada Político y Social, Manuel Tigerman, elogió la valentía de Ramón Vía y le contó que un día en los interrogatorios le dijo: “...Bueno Ramón, hombre dime una palabra, terminamos, y te paso a la cárcel, porque esto no tiene fin. Y dice Ramón Vía: No, una palabra no, te voy a decir dos. Con una basta, le dijo el comisario, y Ramón Vía dijo: ¡Viva la República!. La reacción del comisario fue: Mira le metí una mascá que lo tiré debajo de una mesa”.
  
[37] ATAQUE, órgano del alto mando del Ejército Guerrillero, nº 10 de 1 de marzo de 1946. Sig. 140/2, (AHPCE).

[38] Mundo Obrero, suplemento regional de Andalucía, de 15 de mayo de 1946, que se encontraba inserto en la Causa 582/46 en AZUAGA RICO, J.M.: La guerrilla...op. cit. p. 71.

[39] SERRANO, S.: Maquis...op. cit. p.187.

[40] Según Cristóbal Criado la detección de los escapados fue posible por la delación de la mujer de Salvador Bermúdez, ver CRIADO MORENO, C.: Mi infancia...op. cit. pp. 92-98 y ROMERO NAVAS, J.A.: La guerrilla en 1945...op. cit. pp.89-123.
  
[41] Era natural de Zamora, abogado y periodista y había estado exiliado en Argentina y Chile hasta regresar clandestinamente a España, el día 3 de septiembre, por la frontera francesa.

[42] Entrevista a Antonio Fernández Vargas “El Jardinero”. Según este un sepulturero que era miembro del Partido, Juan Ramírez, le confirmó a Antonio que Alfredo Cabello les echó un discurso al mismo pelotón de la Guardia Civil antes de fusilarlo.

[43] Natural de Ciudad Real y dependiente de profesión, había luchado en la guerra civil y en la Resistencia al nazismo en Francia, fue enviado a España en 1944 para incorporarse a la lucha.

[44] AZUAGA RICO, J.M.: La guerrilla antifranquista...op. cit. p. 98.

[45] Nuestra Bandera, nº 20 de agosto de 1947, (APCEMA)

[46] Ver MORENO GÓMEZ, F.: La resistencia armada contra Franco. Crítica, Barcelona, 2001, p. 532 donde hace referencia al Mundo Obrero de 30 de septiembre de 1948.

[47] Ver en SERRANO, S.: Maquis..., op.cit. p. 287-291 y en AZUAGA RICO, J.M.: La guerrilla..., op. cit. p. 170- 175.

[48] TORBADO, J. y LEGUINECHE, M.: Los Topos. Argos-Vergara. Barcelona, 1977, p.423-449. También en la página web de Paisajes de la Guerrilla: www.guerrillas.info con entrevista al personaje y estudio de Luis García Bravo. Este dirigente guerrillero era natural de Bobadilla de familia jornalera y había ingresado en el PCE en 1931, siendo el secretario general del Radio de esta localidad y afiliado a la UGT, durante la guerra presidió el Comité de Guerra hasta la toma del pueblo el 14 de agosto de 1936.

[49] LEMUS, E. (Estudio preliminar): Cárcel de amor. Ed. Fundación El Monte. Sevilla, 2005, p.26-27. Relación de cartas de índole amorosa entre los presos Carmen Gómez Ruiz y Luis Campos Osaba mientras este era condenado a muerte y fusilado en 1949. 

[50] CRIADO MORENO, C.: El PCE que viví..., op.cit. p.117-121 y del mismo autor Mi juventud y mi lucha...,op.cit. p.139142.

[51] CLAUDÍN, F.: El nuevo movimiento obrero español, en MAGRI, L. y VV.AA.: “Movimiento Obrero y acción política”. Ed. Era S.A. México, 1975, p. 86-87.

[52] CRIADO MORENO, C.: El PCE que viví...,op.cit. p. 123.

[53] Entrevista a Manuel Morales Reyes.