domingo, 21 de diciembre de 2014

Caído en el camino. Recordando a Julio Ramos Corral, guerrillero comunista malagueño en el 75 aniversario de su muerte

“Malas nubes. Tiempo fuerte.
Nubes de sangre y espanto”.
Emilio Prados
En silencio, como si nada, pasa el tiempo y parece como si la memoria de la España sombría y heroica se evaporaran. El nombre de Julio Ramos, como los nombres de centenares de miles de torturados y asesinados se mantienen en el insoportable olvido de la derrota. La camisa de los fusilamientos que pende del cielo, que diría Blas de Otero, es invisible al pueblo que duerme en burbujas de “ilusiones” de un futuro que nunca llega. Mientras tanto, calles, monumentos o espacios públicos donde cotidianamente nos movemos rinden homenaje a criminales golpistas, genocidas, fascistas o las elites que los impulsaban al exterminio republicano.
Hace 75 años era ejecutado Julio Ramos, un guerrillero al servicio de la República, un comunista que, como miles de sus camaradas, cuando su Málaga es ocupada a sangre y fuego por las tropas italo-franquistas el 8 de febrero de 1937, camina junto a su pueblo en la aterradora evacuación por la carretera hacía Almería, y donde lejos de acomodarse en la derrota decide seguir combatiendo hasta sus últimas consecuencias, vencer o morir.
Julio Ramos era vecino de Lagos y miembro del Comité Provincial  del PCE en representación del comité de esta localidad de la Axarquía malagueña, en donde se caracterizó por evitar cualquier tipo de derramamiento de sangre durante los meses de resistencia republicana. Sin embargo la consecuencia de la desgraciada ocupación por las tropas facciosas ocasionó la detención y fusilamiento de su padre, Julio Ramos Martín.
Con la masiva llegada a Almería de la población malagueña y de los allí refugiados de otras provincias también llegaron los batallones y columnas milicianas y tropas del Ejército regular republicano allí ubicadas, que rápidamente se incorporaron a filas para constituir las 51, 52 y 54 Brigadas Mixtas y participaron en XIV Cuerpo de Guerrilleros, los “Niños de la Noche”. Precisamente, a estas últimas unidades de combate que lucharon mediante la acción guerrillera en Málaga a las fuerzas de franquistas es a las que se une Julio Ramos y que serían en buena medida el antecedente de la que combatiría en las sierras granadina y malagueña de postguerra al mando de los comunistas Ramón Vía o “Roberto”.
Manuel Martín Rico, Alcalde comunista de Nerja
Los “Niños de la Noche”, que tenían por misión el sabotaje y la información entre las líneas enemigas para entorpecer el avance enemigo, recibieron instrucción en Almería y en las que estuvieron junto a Julio también sus camaradas Manuel Martín Rico, el que fuera alcalde de Nerja, o Joaquín Centurión Centurión que marchó tras la pérdida de Málaga desde su cortijo en Río de la Miel hacia la zona republicana.
En octubre de 1937 hubo una misión, bajo asesoramiento de un comandante ruso, al que llamaban “Nicolás”, que tenía por objetivo utilizar a los numerosos fugitivos que había por la Sierra de Nerja para dar golpes de mano en la zona ocupada por los rebeldes. En esta misión participó Julio Ramos Corral y Manuel Martín Rico junto a algunos cabreros conocedores de la zona, partieron de Trevelez y se fueron a la Sierra de Nerja. También en noviembre realizaron actos de sabotaje para entorpecer los movimientos de las tropas enemigas, como el intento de voladura del Puente de Ana María en el término de Nerja, tras desembarcar en Calaceite un grupo de treinta guerrilleros. El 11 de diciembre harían un nuevo intento con el Puente de Cararriján en el limite de Granada y Málaga.
Además Julio Ramos junto a Félix Moreno y Miguel Rivas organizaron un servicio de información, en las provincias de Granada y Málaga, sobre movimientos de tropas y asuntos de interés militar, así como también tenía por misión reorganizar el Partido en la clandestinidad. Para ello se estableció en el Río de la Miel, donde recibía apoyo de compañeros que aún no habían sido detenidos y algunos de los huidos que merodeaban por la sierra perseguidos con saña por guardias civiles y falangistas, y mediante enlaces incluso se intentó contactar a militares descontentos para preparar un movimiento en la zona ocupada e incluso el levantamiento en algunas poblaciones entre Málaga y Motril, para hacerlas coincidir con alguna ofensiva del Ejército republicano, operativo que dirigía el propio Julio y para el contaba con documentación falsa de falangista a nombre de Julio Sierra Rubio, y que tenían proyectados volar puentes, cortar comunicaciones, asaltar la cárcel e incluso hacerse dueños del pueblo de Nerja.
 Familia de Julio Ramos, su padre sentado y con sombrero fue fusilado
Detuvieron a Julio Ramos, el 31 de julio de 1938, en la casa de sus padres en Lagos. Su madre Enriqueta Corral Segura, fue golpeada por los guardias que detenían a su hijo, de cuyas secuelas enfermó y fallecería posteriormente. Esto ocurría dentro de un operativo que había ocasionado una amplia redada en los términos de Nerja, Almuñecar, Málaga, Vélez-Málaga y Torrox, con 38 detenidos, de los que 27 eran de Nerja, que fueron salvajemente torturados, al igual que Julio, a Miguel Martín Arellano (a) Majoleto, fue colgado de los brazos y apaleado, y José González Jiménez (a) Rasca, que del dolor insoportable pedía a gritos que lo mataran. Intervino decisivamente en los hechos la delación del falangista Miguel Moreno González, cuyo hermano era guerrillero republicano, y que había sido salvado por el propio Ramos meses antes, que fue indicando a la Guardia civil las personas que estaban comprometidas en el plan y los cortijos que solían frecuentar los guerrilleros en el Río de la Miel. Posteriormente los guerrilleros ajusticiaron a este falangista el 16 de abril de1949, casi diez años después de su delación.
Julio Ramos Corral el 12 de diciembre de 1939 fue llevado en un camión hacia el cementerio de Vélez-Málaga y decidió saltar a la calle intentando darse a la huida, pero fue alcanzado por los disparos de los que lo custodiaban dándole en una pierna, por lo que fue vuelto a detener por un guardia civil que lo golpeó en un ojo, quedando sin visión. Siendo seguidamente fusilado.
El PCE, su Partido, se siente y se sentirá siempre orgulloso de su lucha heroica y generosa, y le rendimos desde esta página nuestro más sincero homenaje y gratitud por su lucha patriótica y ejemplo comunista.
Su nombre nunca quedará en el olvido, su historia es la historia de su PCE por siempre.

(*) Para el estudio de la guerrilla en Málaga y Granada, y en concreto el caso de Julio Ramos, ver la magnifica labor del historiador José María Azuaya Rico en sus publicaciones: “La Guerrilla Antifranquista en Nerja” editado en 1996 por IULV-CA de Nerja y su obra más reciente “Tiempo de lucha. Granada-Málaga: represión, resistencia y guerrilla, 1939-1952”, Ed.: Alhulia, Granada, 2013.
  
Eduardo J. del Rosal
Memoria Histórica del PCA de Málaga

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