miércoles, 10 de diciembre de 2008

"MUNDO OBRERO" entrevista a Cayo Lara


"IU es, desde la Asamblea, una puerta abierta a la esperanza que no tenemos derecho a cerrar"

Gema Delgado / dic 08
La Asamblea votó por la izquierda de IU y la lista encabezada por Cayo Lara que agrupaba al Partido Comunista de España y sensibilidades de Izquierda Unida aglutinadas en el "Documento de los cien" fue la gran vencedora. No consiguió la mayoría absoluta frente a las otras cuatro candidaturas pero sí logró mayor concentración de voto que la que obtuvo José Luis Rodríguez Zapatero en las últimas elecciones generales y con ese porcentaje está gobernando España. Cayo Lara sacó 15 puntos por encima de la siguiente lista, la llamazarista, y aunque hubo consenso para aprobar la línea política de la coalición y unidad para desarrollar el proceso de refundación, a la hora de hablar de cargos cada uno barrió para casa.

Mundo Obrero: ¿Cómo explicaría a los militantes del PCE, que le respaldaron, lo que pasó la noche de la clausura para que la nueva dirección elegida por la Asamblea le imposibilitara salir elegido como Coordinador General de IU?
Cayo Lara: Entendíamos que una Asamblea que había aprobado la política, la Declaración de Rivas contra la crisis del capitalismo, la refundación de IU y el compromiso de tener una dirección colegiada y compartida por una gran mayoría, debería salir con un coordinador no de un 51 frente a un 49. Pedimos directamente el apoyo a los consejeros y consejeras de las dos candidaturas que nos seguían en votos y no lo aceptaron. No se trataba que una parte de la organización, por muchas razones que tuviéramos, venciera a la otra. El sentir de la inmensa mayoría de la militancia era forjar el entendimiento y la acción unitaria. Por todo ello interpretamos que era mejor que el Coordinador y la dirección se eligiera con todo el Consejo Político Federal una vez que se hubieran incorporado los 90 consejeros y consejeras restantes en las Federaciones. No hay más razones y comprendiendo a quienes querían que la votación se hubiera hecho en el Consejo de la Asamblea. Les pido que con su generosidad acepten de buen grado la decisión.

M.O.: La Asamblea ha votado casi unánimemente por una IU anticapitalista ¿Cómo se plasmará esa política económica en el día a día frente a la crisis de este modelo neoliberal y en defensa de los trabajadores?
C.L.: Aplicando a pie de obra los documentos aprobados en la Asamblea y toda la elaboración colectiva que se impulsará en este nuevo tiempo de IU. Necesitamos que los economistas de izquierdas, los que están en IU, cerca o incluso recelosos y críticos con las políticas seguidas, pongan su inteligencia y conocimientos para ir concretando en política de Estado las aspiraciones de la gente que sufre, de los trabajadores despedidos, de los que padecen la cadena perpetua de una leonina hipoteca, de los pobres más pobres, de las mujeres que sufren violencia y discriminación salarial. En fin de nuestra gente. Y la organización tiene que explicar el porqué de la crisis, movilizar, crear conciencia de clase y llevar la propuesta de la calle a las instituciones, dando siempre ejemplo personal de valores y principios éticos, de honestidad y de generosidad. Todo ello nos hará más útiles y creíbles.

M.O.: Ante la desmesurada privatización que está desmantelando la sanidad, la educación, etc, ¿cómo piensa recuperar los servicios públicos para que vuelvan a estar al servicio del ciudadano con un funcionamiento eficaz y sin ánimo de lucro?
C.L.: Lo tiene que recuperar el colectivo organizado de hombres y mujeres que creemos en la defensa de lo público, lo de todos y todas. Cuando se van privatizando servicios públicos es como si al corazón del pueblo le fueran arrancando pequeños trocitos que terminarán impidiéndole latir. Para combatirlo lo tiene que asumir la ciudadanía denunciando las privatizaciones con la movilización. Pero que a nadie se le olvide que eso sólo no vale, que si nos movilizamos y después votamos a los privatizadores, ya sean del PP o del PSOE, votamos a quienes demuestran, cuando menos, que son incapaces de gestionar lo público, o a quienes lo privatizan por razones inconfesables. Entonces de nada habría servido la movilización. Nuestros cargos institucionales, allí dónde gobernemos, tienen que ser siempre el primer referente de la defensa de lo público. Los trabajadores y trabajadoras de lo público también tienen mucho que decir y hacer en la defensa de lo público, y ayudarnos a desterrar esa vieja y falsa consigna de la derecha de que lo que funciona es lo privado y lo público es un desastre.

M.O.: ¿Y qué va a hacer IU por los sectores más precarios de jóvenes, mujeres e inmigrantes, que son a la vez los que van a pagar más duro las consecuencias de la crisis?
C.L.: Ser parte de ellos, porque IU son ellos. Somos nosotros mismos, nuestros hijos e hijas, nuestros compañeros de rostros distintos o de pieles distintas. IU no puede ser una superestructura elitista de esta sociedad. Impregnémonos colectivamente de sus inquietudes, necesidades, marginaciones y precariedades y trabajemos con ellos, asumiendo las dificultades. Propuestas hay muchas: construir vivienda en alquiler, dedicar recursos para la integración social, defender en los sindicatos la lucha contra la precariedad laboral y salarial, que el Estado revise la fiscalidad para que pague más quien más tiene y más gana para dotar recursos a la inversión en la economía productiva y la economía social. Pero eso no va a llegar por la concesión graciosa de quienes detentan el poder político y económico. Hay que conquistarlo con la movilización, la propuesta y el crecimiento de IU en todas las Instituciones.

M.O.: IU en su documento aboga por un modelo de estado federal y republicano ¿qué medidas habría que adoptar a corto y medio plazo para conseguirlo?
C.L.: No es cuestión de una medida ni a corto ni a largo plazo. Abogar por lo republicano es reencontrarnos con lo mejor de nuestra propia historia aunque fuera abortada por el levantamiento militar de los sediciosos y golpistas. Transformar la contracultura y la mentira con que nos impregnaron los golpistas y sustituirla colectivamente por la verdad, por toda la verdad, es tarea de tiempo. Pero para recuperar la república, como siempre dijo Julio, lo primero que tiene que haber son republicanos y republicanas. La República no es solo sustituir pacifica y democráticamente al monarca por un Jefe de Estado elegido por la ciudadanía, pero el día que esta sociedad lo hago posible, que llegaremos, la República con todos los valores que representa ya estará en construcción. La mejor medida es aportar nuestro grano de arena para que así sea con nuestro compromiso constante por la III y para siempre. El Estado Federal también está en construcción: Federal, Solidario y Republicano, con respeto mutuo a la identidad, la cultura y la historia de todos los Pueblos, sin reinos de taifas ni concepciones insolidarias ni injustas. Combatiendo al capital global, no desde ámbitos atomizados territoriales, porque eso es sencillamente imposible, sino desde los mismos niveles en que el capital se mueve y maneja la riqueza y las plusvalías que generan los trabajadores y trabajadoras y las capas populares de la sociedad. El Estado Federal Solidario no debe cometer injusticia redistributiva con los ciudadanos de territorio alguno y tiene que garantizar los servicios y derechos básicos esenciales para cada ciudadano o ciudadana sea cual sea el lugar de su nacimiento o permanencia.

M.O.: ¿Qué medidas concretas debería tomar IU para volver a recuperar la confianza de la ciudadanía que está por una izquierda revolucionaria?
C.L.: Yo creo en la revolución pacífica de los Pueblos, en la revolución de la mayoría frente a un sistema injusto, inhumano y depredador de conciencias y de bienes naturales. La confianza plena en IU se recuperará si acabamos con nuestras disputas internas estériles, si respetamos el principio de no injerencia en las Federaciones, si en lugar de ponernos zancadillas nos ayudamos a construir la mejor alternativa, si la diferencia política, que sin duda la tenemos, la resolvemos con la dialéctica y la democracia internas, sin machacarnos, y, sobre todo, si trabajamos en la alternativa concreta que ante cada problema social, económico o político nos demanda la ciudadanía. Esa es la mejor revolución que tenemos que hacer ahora y las condiciones están creadas en la Asamblea.

M.O.: Usted ha declarado en los medios de comunicación que cobra 1.500 euros al mes. ¿Cuánto cree que deben cobrar los cargos elegidos para que trabajen para hacer política y no para vivir de ella?
C.L.: De cada uno según sus posibilidades y a cada uno según sus necesidades. Yo no tengo más necesidades y en mi tierra y en mi pueblo vivo bien con ese salario, e incluso me siento un privilegiado con respecto a los mileuristas y a mucha gente que no llega a ellos. Por lo que respecta a algunos gobiernos autonómicos, como el de mi tierra, que no les ha temblado el pulso para subirse de forma escandalosa sus ya importantes salarios, y a algunos empresarios más ambiciosos. Se les debería caer la cara de vergüenza. En IU entendemos, y así está aprobado, que nadie que entre a trabajar para la organización debe cobrar menor salario que lo que cobre en su trabajo anterior. A mí me parece justo. En Castilla-La Mancha, el salario mínimo de la gente que trabaja en IU, es de 1.200 euros y el máximo, incluidos alcaldes y concejales, es de 2.500 euros al mes.

M.O.: Usted y el alcalde y los concejales de Seseña, entre otros, han librado una dura batalla contra la corrupción urbanística llevada a cabo por El Pocero, ¿Cómo cree que afecta la ética de los cargos políticos en los ciudadanos?
C.L.: De manera absoluta. La derecha, los representantes de los ricos en el poder, representaban en la transición la corrupción y la falta de ética en si mismas. Los casos de corrupción y falta de ética producidos y amparados por la supuesta izquierda, solo contribuyen al deterioro de los valores con los que la izquierda queremos gestionar las instituciones, la cosa pública, lo de todos y todas. Hay que ser implacables en la lucha contra la corrupción. Seseña, el grupo de IU y su Alcalde son un referente en el Estado al que muchos ojos siguen mirando con esperanza. Ese es el camino en el que quieren reflejarse muchos ciudadanos, y en ello estamos.

M.O.: Otra de sus luchas más tenaces es la de democratizar un sistema ideado para mantener el bipartidismo PSOE - PP y marginar en las instituciones a terceros como IU, la gran perjudicada del sistema, como sucede en su Comunidad, Castilla-La Mancha. ¿Cuáles son los pasos a seguir para cambiar la Ley Electoral?
C.L.: Solo tenemos el camino de divulgar la injusticia del sistema electoral, que ya ha reconocido recientemente el propio Herrero de Miñón y Calvo Sotelo: que la circunscripción provincial electoral, fijada en la Constitución del 78, la impusieron para evitar que el PCE pudiera convertir en diputados en el Congreso el peso que tenía en la calle en su lucha contra la dictadura y por las libertades. Además, así consolidaban el bipartidismo para no tocar el sistema. Por eso siempre al PCE, y a IU después, nos han costado más votos que al PSOE y al PP, obtener un diputado. Valga como ejemplo las últimas elecciones generales: el diputado de IU nos ha costado más de 700.000 votos (sin incluir el de ICV) cuando al PSOE o al PP cada escaño les cuesta unos 66.000 votos. Divulgar ésta aberración del sistema electoral y recabar apoyos sociales, sindicales, y si es posible políticos, para conseguir algo tan elemental como que cada voto tenga el mismo valor electoral a efectos de representación en las Instituciones del Estado. Los grandes beneficiaros de esta sinrazón son el PP y el PSOE que prefieren, hipócritamente, lejos de sus proclamas patrióticas o progresistas, resolver cuestiones de Estado con pactos puntuales con determinados nacionalismos, en vez de hacerlo con la influencia de una fuerza de izquierdas federal como IU.

M.O.: ¿Cómo serían las relaciones que debería mantener IU con otras fuerzas políticas que se reclaman de la izquierda como PSOE, ERC, BNG, por ejemplo?
C.L.: Siempre lo que decidamos en el máximo órgano de decisión de IU entre Asambleas que es el Consejo Federal y con respeto a las Federaciones en sus competencias plenas. Como somos una organización racional y en lo interno nos entendemos por lo concreto, en lo externo nos entenderemos en aquello que tengamos coincidencias programáticas y en la propuesta concreta en la línea de los documentos aprobados en la Asamblea y la concreción que vayamos haciendo de cada uno de ellos. En el Parlamento tenemos como guía nuestro programa electoral, que es con el que estamos comprometidos con la ciudadanía que nos dio su apoyo, más las decisiones en coherencia con lo anterior, que vayan adoptando los órganos de dirección de IU.

M.O.: ¿Y cómo deberán ser las relaciones con los sindicatos?
C.L.: De respeto a su independencia y soberanía. En lo que compartamos de sus políticas, convergeremos, en lo que discrepemos, que nos gustaría que fuera en lo menos posible, mantendremos nuestras opiniones y no pasa nada. En mi modesta opinión la durísima crisis del sistema capitalista está provocando reflexiones profundas en los sindicatos de clase. El rostro y el drama de los parados despedidos llega primero a los sindicatos y hay que dar respuestas a corto y largo plazo, sindicales y políticas. Es probable y deseable que muchas cosas cambien, para bien.

M.O.: ¿Qué ideas tiene para abrir IU a las organizaciones sociales y los ciudadanos que trabajan por el cambio del modelo con un giro a la izquierda revolucionaria?
C.L.: Reiterando mi concepto de revolución, la nueva dirección, independientemente de quién la coordine, tiene una tarea inmediata que es la conexión sincera y leal con los movimientos sociales y la ciudadanía que no comparte el sistema capitalista. Que participen con nosotros en la elaboración política y en la movilización, y nosotros con ellos, es lo mejor que podemos hacer en lo inmediato. Converger en la política y en la acción es el camino. La refundación también puede ayudar en esta tarea. El trabajo, el tiempo y los resultados dirán si acertamos.

M.O.: ¿Qué se juega Izquierda Unida el 14 de diciembre de cara a la potenciación de la organización y a la confianza del electorado y de la ciudadanía?
C.L.: La gente, nuestra gente y una parte simpatizante de IU o incluso desilusionada, está esperando que el 14 D salgamos con una dirección colegiada y compartida, que se dedique a hablar de política y a trabajar, afinar, ampliar y profundizar en propuesta general y en la concreta ante los problemas urgentes de una parte, cada vez mayor de la ciudadanía, a la que el sistema capitalista le ha quitado la falsa ilusión que a muchos le había creado. IU es desde la Asamblea una puerta abierta a la esperanza que no podemos ni tenemos el derecho de cerrar. Hay un tiempo nuevo y el 14 D, los 180 consejeros y consejeras de IU tenemos la obligación de impulsarlo. Nuestra gente, la que pone tascas para sacar 1000 euros y hacer política, los que después del trabajo dedican su tiempo de ocio con generosidad a la causa de todos, los que pegan carteles en las campañas electorales, los que se parten la cara dialécticamente en los bares defendiendo la honestidad de sus dirigentes, los que han vertido más lágrimas de tristeza que de alegría en nuestra historia política, los que a pesar de todo siguen soñando con otro mundo posible, se merecen que el 14 demos la talla y yo estoy seguro, que lejos de rivalidades, la vamos a dar.


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